Integrantes de la escuadra prieguense con su novena Copa del Rey. (Foto: Cedida)

El Cajasur Priego ya ha desbloqueado el primer gran objetivo de la presente temporada: la Copa del Rey. Después de perder las dos últimas finales ante el Borges, hoy tenía la oportunidad de resarcirse en la final de Tarragona y ha sacado lo mejor de su repertorio para recordar que sigue siendo el “uno” del tenis de mesa en España.

El representativo de la Subbética se ha impuesto por 3-1 al cuadro catalán y, de esta forma, amplía su sala de trofeos dando la bienvenida a la novena Copa del Rey. Otro motivo más para que el deporte de la provincia de Córdoba sienta orgullo de su club más laureado y que, lejos de conformarse, tiene en el horizonte el noveno título de Liga.

La final ha respondido a un gran espectáculo protagonizado a la par con el Borges, que, independientemente de su temporada actual en Liga, siempre es un adversario respetado por su condición de grande en materia del tenis de mesa estatal. De hecho, así lo demostró el sueco Brodd al principio de su partido con Diogo Chen, que se puso rápidamente con un 2-0. El luso reaccionó y firmó el 2-2, pero se quedó en la orilla. El Borges tomaba ventaja.

Pero esa coyuntura no condicionó a Carvalho. El portugués estaba dinámico y sus derechas eran una condena para el habilidoso Marc Durán. Marcó distancias con un 2-0 al que el catalán sólo pudo responder levemente. El partido iba 1-1 y, sin duda, el punto intermedio iba a resultar determinante.

Y ahí tener a Carlos Machado es una ventaja. El rey de Priego encaraba el enfrentamiento ante el joven Tauler, quien ofreció trazas de ser una gran apuesta de futuro. Sin embargo, en el presente de la contienda que llegó a la quinta manga ganó la experiencia de Machado. Con el 2-1, la novena empezaba a asomarse por Priego.

Pero faltaba la confirmación de un triunfo más. El pleito entre Carvalho y Brodd era la primera oportunidad. Y el portugués no dio respiro al nórdico. Llevó el juego a su derecha, pivotando a la perfección y cada golpe era un obús que desmantelaba al jugador del Borges. Ganó Carvalho, ganó el Cajasur, que así vuelve a levantar una Copa del Rey. Una novena a la que “rezar” en Priego.