El Índice de Precios de Consumo ha registrado un aumento de siete décimas de punto en diciembre hasta situarse en el 3,0% interanual, nivel que no se alcanzaba desde octubre de 2008.

Los alimentos tanto elaborados como sin elaboración junto con la elevada cotización del crudo en los mercados internacionales (superando los 90 dólares por barril) son los principales causantes del fuerte incremento de los precios de este mes. Transporte y bebidas alcohólicas y tabaco fueron los grupos con mayor repercusión sobre la subida anual del IPC.
La inflación subyacente se ha incrementado en tres décimas respecto al mes anterior situándose en el 1,5% interanual. De esta manera se amplía el diferencial con el índice general hasta los 1,5 puntos. La tendencia al alza de la inflación sin alimentos no elaborados ni productos energéticos se debe a dos factores principalmente: el encarecimiento de los grupos bebidas y tabaco y alimentos elaborados y el efecto de las subidas de precios de los productos energéticos sobre otros sectores que los utilizan como input (tal es el caso del grupo vivienda, cuya tasa crece por el alza del gasóleo para calefacción).
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se sitúa en el 2,9%. De esta manera, el diferencial con la zona euro se amplía hasta las siete décimas de punto.

Incrementar la competencia
Para las Cámaras es esencial mantener el diferencial de inflación con la zona euro para no perjudicar la competitividad de las empresas españolas frente a sus socios europeos. Por ello, consideran esencial incrementar la competencia en todos los mercados y evitar que los incrementos en precios de los grupos más volátiles se traduzcan en una espiral inflacionista.