No sé si el calendario contará con un día para celebrar “El día de todos los Seres Humanos”. Seguramente, como tal, no exista, pero sí fragmentado. Hay una fecha para: el día del padre, el día de la madre, el día del niño, el día del mayor, etc.
Se han olvidado del día del Hombre; quizás sea porque a lo largo de la historia se ha homenajeado y destacado siempre a los hombres en muy distintos ámbitos.
Nosotras las mujeres también tenemos nuestro día. El 8 de Marzo se celebra el día de la Mujer.
No estoy de acuerdo cuando el enunciado es: “Día de la Mujer Trabajadora”. Pienso que con este adjetivo se está dividiendo a las mujeres de una manera negativa e injusta. Mi artículo de hoy lo dedico a distintas mujeres cuyos nombres me invento para preservar su intimidad. La primera y más importante para mí es aquella que cogía aceitunas de sol a sol, que de vuelta a casa cargaba sobre su costado alguna leña para guisar unos garbanzos que hervían en una olla “tizná”, mientras a la luz del candil preparaba el hatillo para cuando a mí me entraran las prisas por venir al mundo, que por poco caigo en la espuerta de las aceitunas. Naturalmente, mi madre.
A ti Carmen, que te ganabas unas pesetas lavando la ropa de otros en aquellas grandes pilas formadas por media tinaja lucentina o en lavaderos comunes e incluso en algún arroyo, dejándote los nudillos en una tabla “ondulá” o en una piedra que impregnada de jabón casero dejaba la suerte del blanqueado de la ropa a la fuerza de tus manos y al azulillo del último aclarado; aclarado que era proporcional a los cubos de agua que quisieras o pudieras sacar del pozo. Finalizada la colada, pa casa a cuidar a los churumbeles y preparar un nutritivo potaje para todos, sin olvidar que el primer y más grande plato era para el cabeza de familia que trabajaba duro, el padre.
A ti María que has llegado de limpiar treinta habitaciones de un hotel y te arremangas como una loca porque la criatura que dejaste durmiendo en la cuna junto a su padre está desesperada porque le quiten el pesado pañal que, le den un baño y un buen plato de comida. Después haces la compra, la limpieza del piso y al caer la tarde paseas con tu retoño por la orilla de la playa para relax de las dos. Y mañana repetimos.
A ti Pilar que te levantas “arreando” a los niños para el cole; vuelves y limpias la casa, haces la comida, pones la lavadora, planchas la ropa, friegas los platos,… ayudas a los chiquillos con la tarea, etc., etc. Pero tú no cobras un sueldo. Es verdad que en todo el día no paras pero es que Solo te dedicas a “tus labores”… ¡sólo!
Si bien tu principal mérito es el hacerle honor a tu nombre, Pilar, porque indudablemente tu eres el pilar de tu casa aunque tu propio marido diga que no trabajas.
A ti Rashida que buscando un trabajo, una salida de la miseria te embarcas en una peligrosa aventura en un mar de desesperación.
A ti Zulema, victima de una red que te esclaviza en la prostitución; no era ese el trabajo que te prometieron. Lucha, lucha…denuncia para salir.
A ti, cuidadora, empresaria, limpiadora, ejecutiva, doctorada, aceitunera, licenciada, operaria, diplomada, obrera, ama de casa y sobre todo Mujer.