La cita con las urnas del pasado 22 de mayo ha marcado un antes y un después en la historia política ya no sólo de Priego sino de la comarca, la provincia, la región y creo que de todo el país.

La “debacle” del PSOE no entraba ni en las quinielas más pesimistas, de ahí que las consecuencias de esa sangría de votos no se han hecho esperar en algunos líderes a los que aún les resta algo de dignidad, orgullo y ética política.
Ayer cenábamos con el anuncio de la renuncia a su acta de concejal de María Dolores Villatoro, alcaldesa en funciones de Cabra y candidata socialista a la Alcaldía de la vecina localidad, argumentando los resultados obtenidos por el PSOE egabrense, donde ha pasado a ser la tercera fuerza política por detrás de PP y PA. “Dimisión cantada”, como me comentaba un conocido la semana pasada y que ayer se confirmaba. Pero las manzanas maduras del árbol socialista no han quedado ahí, ya que ayer, el mismísimo José Luis Bergillos, alcalde en funciones de Lucena, anunciaba también la renuncia a su acta de concejal, lo que puede suponer un verdadero vuelco en la política local de Lucena. Aunque no han trascendido aún los motivos, todo apunta a los resultados electorales que provocaron que el PSOE perdiera la mayoría que durante las dos últimas legislaturas ostentó. Otro buen ejemplo de ética y vergüenza política.
Y claro, si en varias horas se han producido estas significativas renuncias en Cabra y Lucena, la pregunta que se nos viene rápidamente a la mente es fácil: ¿y en Priego, qué?.
Pues sinceramente, el mutismo de las dos últimas semanas por parte del PSOE  prieguense es tal, que ahora mismo habría que recurrir al “no sabe, no contesta”. Si tenemos en cuenta que es la única formación política local que no ha realizado una valoración de los resultados obtenidos el 22 de mayo (ni en comparecencia ante los medios, ni en redes sociales, ni en comunicado), no tenemos ningún argumento de peso para afirmar o negar que la actual Alcaldesa en funciones y candidata socialista, renuncie a su acta de concejal, como lo han hechos sus homólogos de Cabra y Lucena. Tampoco sabemos, como se comenta, si los cinco ediles socialistas electos renunciarán a su acta de concejal y no estarán presentes en la próxima Corporación. Todo son meras habladurías y conjeturas de barra de bar. No sabemos si la Ejecutiva Local del PSOE ha mantenido alguna reunión para analizar lo ocurrido, o para comenzar a trabajar de manera urgente en la recuperación de una sangría de votos histórica y de una magnitud impensable. En síntesis, desconocemos si Encarnación Ortiz dirá por el momento adiós a la política municipal y hará las maletas hacia otro destino, o afrontará la siempre dura tarea de trabajar en la oposición, como ya hiciera en la legislatura 2003-2007, aunque en aquella ocasión con la satisfacción y el respaldo de ser el partido más votado por los prieguenses.
El próximo sábado, a mediodía, como muy tarde, se desvelará este enigma.