Los agraciados brindan con champán por el premio conseguido. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

Antonio Jiménez y Adolfina Malagón con uno de los décimos premiados. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

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Cuando a las 10:07 los pequeños Ismael Rastrelli y Sherley Fonseca cantaron el 76.058 y los 4 millones de euros con los que estaba dotado, dos familias de Priego daban auténticos saltos de alegría al comprobar que eran poseedores de 4 décimos del Gordo de la Navidad, por los que percibirán 1,6 millones de euros.

Pocos minutos después de que la bolita premiada fuera depositada en el segundo alambre de la siempre “afortunada” tercera tabla, la administración de lotería nº 1 de Priego, situada en la plaza de Andalucía, en pleno corazón de la localidad, se ha convertido en un continuo ir y venir de curiosos, medios de información y público en general que, entre la incredulidad y la alegría, confirmaban la noticia. Y no era para menos, ya que en 2 años, las ventanillas de esta administración han repartido premios importantes del Sorteo de Navidad. En concreto en 2010 un billete del cuarto premio, por lo que su propietaria Isidora Muñoz, que en un primer momento afirmaba haber expedido únicamente 2 décimos del Gordo por sistema telemático, no el tradicional billete, desconocía que en lugar de 2 eran 4 los décimos premiados. Aún así, la administración de loterías El Duende, se convertía en un hervidero mientras que en la urbanización Los Almendros, la calle Conde de Superunda y la Avenida de España, el champán servía para brindar por que, en esta ocasión, la fortuna no pasó de largo.

Pero la historia de estos cuatro décimos premiados tienen como protagonista a la familia Jiménez Malagón y de manera especial a Adolfina Malagón, que fue la que por medio de una vidente de Puente Genil que le indicó que el Gordo finalizaría en 58, adquirió en un principio cuatro décimos que comenzaban por 58. Pero al comprobar Adolfina que no finalizaban en dicha combinación numérica, los devolvió en la administración por los que sí tenían como últimas cifras al ya mágico número. Adolfina y Antonio, padres del matador de toros prieguense Curro Jiménez, se quedaron con uno de los décimos adquiridos, repartieron un décimo completo a su hija Inmaculada, agraciada con 400.000 euros, y otro a su también hija Mari Carmen, que a su vez lo compartió con el novio de su hija, mientras que el cuarto décimo adquirido por el sistema telemático, fue vendido a Mariana, una mujer que limpia en la casa de Adolfina y que desde hace unas horas, cuenta también con 400.000 euros en su cuenta bancaria. La alegría por tanto no ha podido ser mayor en estas dos familias, que visiblemente emocionados y aún sin creer que la suerte hubiera llamado a su puerta de esta manera, atendían hace unos momentos a los medios con toda la naturalidad, mientras los móviles no paraban de sonar y algún que otro director de oficina bancaria hacía acto de presencia.



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