El Partido Popular de Priego demuestra en su artículo Adán y Eva los hechos descritos por Participa Priego.

En primer lugar, desde el PP de Priego, siempre ha vendido una imagen de cierta distancia con el PP nacional, pero queda claramente constatado que mantienen las mismas líneas de discurso. Por ejemplo, su tendencia a “estrujar” los datos hasta que expresen una imagen distorsionada de la realidad pero favorable a sus intereses.
Asimismo, es idéntica su propensión a victimizarse y hablar de “herencias recibidas” para excusar sus políticas de menoscabo hacia las clases populares.
Al Partido Popular de Priego (y al resto de partidos) hay que decirle bien claro que es la gente con sus sacrificios y no ellos los que han tenido que lidiar con la situación a la que hacen referencia. Es el pueblo el que ha tenido que pagar la crisis con un aumento de la presión fiscal (ahí tenemos el último IBI) y recortes sociales que han propiciado cierre de locales y aumento del paro.
El Ayuntamiento ha conseguido bajar el remanente negativo de tesorería mediante el control del gasto en servicios y políticas sociales. Por poner un ejemplo, se destina 120.000 euros a contratos sociales; mucho menos que al sueldo de alcaldía, liberaciones, auxiliares y dietas por Juntas de Gobierno (en total unos 170.000). Y además hay que añadir las privatizaciones de servicios como la piscina municipal o el  mantenimiento de la iluminación pública.
Lo mismo ocurre con las infraestructuras: no las hace ni las paga el PP ni el PSOE; las paga el pueblo con sus impuestos. Lo que hace el PP es populismo al ponerse medallas que le pertenecen al pueblo.
Otra cuestión es la de las competencias. Que la situación sea complicada no significa que haya que darle una mayoría absoluta “de facto” al equipo de gobierno. Significa que hay que dejar de lado los intereses partidistas y remar en la misma dirección pero sin extender una patente de corso en temas como los precios públicos que afectan, por ejemplo, a la piscina.
Por último, el Partido Popular, da la razón a Participa Priego cuando nos hablan de su concepción de la democracia.
No es ya que estén en contra del modelo de una democracia más directa, participativa y real; es que ni siquiera la conciben ni entienden.
Para la vieja política, que está representada en Priego por los partidos tradicionales (y en especial el PP), democracia significa acudir a las urnas cada cuatro años y, durante ese tiempo, hacer política a espaldas del ciudadano. Ensalzan los valores de los acuerdos en los despachos a puerta cerrada que pueden ser todo lo legales que quieran, pero estamos seguros que no son democráticos precisamente.
Participa Priego se presentó a las elecciones con la voluntad de ser herramienta para que la ciudadanía recupere sus instituciones. Somos conscientes de que las urnas nos han otorgado un concejal y que eso no es suficiente para traer el necesario cambio, pero eso no significa que no vayamos a defender nuestros ideales en el Ayuntamiento por nuestros seiscientos dieciséis votantes y por los que quieren el cambio y esperan vernos a la altura para decidir si, en el futuro, darnos su confianza.
No somos adanes, proponemos, simplemente, una vuelta al sentido común en la política, una democracia real. Sabemos de dónde venimos y por eso somos conscientes de que el cambio es posible.