Aprovechando que la mayoría de la gente está despistada con las semifinales de la Champions y el estreno de la última temporada de Juego de Tronos, finalmente hemos sabido que volveremos a disfrutar de unas elecciones generales.

¡No es casualidad! Está hecho con toda la mala baba del mundo. Mientras la población está entretenida con series medievales o con partidos de fútbol casi diarios, todo seguirá como siempre. Mientras Miguel Bosé siga cantando, existan máximas audiencias en telebasura y best sellers de dudosa temática y peor procedencia, la evolución humana está frenada.
Pero dejando de banda a estos personajes, está claro que debemos volver a votar. ¡Que pereza!. Y ¿a quién debemos votar ahora?.
Si todavía escucháis cintas de casete de Julio Iglesias o Bertín Osborne en vuestro coche, entonces yo me decantaría por Mariano. Si escucháis a Joan Manuel Serrat, o a cualquier grupo de la new age, entonces seguro que votareis a Pedro. Los votantes de Albertito, que son más modernos y rompedores, seguro que escuchan canciones tentadoras como por ejemplo las de Enrique Iglesias (siguiendo la tradición humilde de su padre). Y para los fans de Pablito, supongo que deben escuchar a Sabina o a Miguel Bosé (que cambiaron la ceja por la coleta). A pesar de que hay que reconocer que ser de izquierdas es más fácil cuando uno es rico que cuando se es pobre. ¿Verdad Joaquín?.
En mi terruño, los de CiU dicen que escuchan a Lluis Llach, pero mienten. Escuchan a Dyango o a Moncho. Los de ERC presumen de escuchar a Negu Gorriak, pero en verdad escuchan a Llach, al contrario que la CUP que son más jóvenes y se ponen como motos con las rumbas de Los Chichos, auténticos himnos de la revolución social.
Hoy escuchaba una entrevista a Pablo Iglesias (el Manuel) relacionada con Otegui. Parece ser que Iglesias ha tenido una de sus epifanías y ha ido, con Otegui cogido de la mano, de excursión al Parlamento Europeo. Os acordáis de aquella famosa canción que decía: Dame la manita Pepe Luis.
Hasta ahora pensaba que el amigo Iglesias estaba en la frontera que separa lo imposible de lo absurdo. Hay muchos que se encuentran en esa línea (que no roja) y no por ello los apreciamos menos. Pero cada día que pasa, estoy más convencido de que no le falta una patata al kilo, sino que estamos ante una patología más próxima a la regadera o a lo caprino; siempre  desde un punto de vista meramente de hipótesis médico-diagnóstica.
Siempre se ha tenido cierta empatía por los vascos, al contrario que con los catalanes. Pero no nos debe hacer caer en la trampa y menos si hablamos de ETA. Una cosa es tener sentimientos independentistas y otra matar personas usando la excusa de estos sentimientos.
Dicho esto y para quien no quiera entenderlo... ¡Puerta!. No entiendo que está haciendo Iglesias. Está bien querer ser mucho de izquierdas. Por mí como si se quiere cortar el brazo derecho para demostrar su izquierdismo. Pero manifestar que los presos de ETA son presos políticos o proponer a Otegui para el Nobel de la Paz, eso ya no va de ser de izquierdas o progresista. Eso simplemente es una solemne burrada, que solo un  aquejado de las patologías anteriormente descritas(lo de la regadera ) se atrevería a exponer y quedarse tan pancho.
Tomando de ejemplo a Otegui, yo propondría un homenaje póstumo a Jack el destripador, por su gran tarea forense, adelantándose a nuestro CSI moderno llevando a cabo autopsias involuntarias por las calles de Whitechapel y aportando grandes avances involuntarios a la ginecóloga ambulante.
Igualmente podríamos poner a una calle el nombre de Anders Breivik, aquel simpático joven noruego, que en Julio del 2011 decidió poner una bomba en Oslo, para después irse de cacería a una  pequeña isla donde habían jóvenes socialistas de acampada, matando en total a 76 personas.
Es una lástima que no tenga a Pablo de amigo en el Facebook, pues ciertamente agradecería estas propuestas tan modernas y progresistas.
Hasta hace poco podía entender que Podemos pareciese atractivo a muchos votantes. Ya fuese para castigar al PSOE, o ya fuese para intentar encontrar una opción nueva y reformadora. ¡Ahora ya no!
Los vínculos de Podemos con el régimen de Maduro, al principio me  parecían palos mediáticos a sus ruedas. ¡Ahora ya no!
Ahora tengo claro que un gobierno del que forme parte Podemos tendrá menos futuro que el famoso caramelo a la puerta del cole.
Podían haber sido una buena alternativa, pero han degenerado en una mezcla ideológica entre el estalinismo, Ghandi y un telepredicador adventista. Y no olvidemos que Stalin afirmaba ser de izquierdas
Creo que  ha llegado el momento de escuchar buena música. Cada cual la suya, pero Beethoven sigue siendo Beethoven y el Boss... el Boss