Ha sido posible gracias a un tratamiento pionero en España, aplicado por el doctor Luis Madero del hospital universitario “Niño Jesús” de Madrid
José Moreno
Miércoles 9 de marzo de 2011 - 18:59

La pequeña Alba Ramírez Molina de cuatro años de edad, afectada desde que tenía 22 meses por un meduloblastoma, un tumor cerebral grave muy poco frecuente, se está recuperando a través de un tratamiento pionero en España, gracias al uso de las células madre de la sangre de su propio cordón umbilical, depositado en la empresa Crio-Cord.

Apenas dos años después de nacer Alba en Cádiz, se le diagnosticó este tumor en el hospital “Reina Sofía” de Córdoba, tras ser derivada a él desde el “Infanta Margarita” de Cabra, siendo tratada posteriormente en el hospital universitario “Niño Jesús” de Madrid, por el doctor Luis Madero y su equipo.
Un tratamiento que pasó por la extirpación de la mayor parte del tumor y una serie de sesiones de quimioterapia, que se completó con la infusión de células madres de su cordón umbilical, depositado en las instalaciones que Crio-Cord tiene en Bélgica y Holanda, y la infusión posterior de nuevas células madre procedentes de su sangre periférica, que unos 14 meses después permitió la recuperación de su sistema sanguíneo.
Unos hechos que le han dado estabilidad desde entonces y que de continuar así, se podrá hablar de su curación cuando pasen un total de cinco años, lo que ha hecho que gracias a este tratamiento que por vez primera se aplica en España, haya devuelto la ilusión a sus padres, la egabrense Teresa Molina y el gaditano Santiago Ramírez por la esperanza que se abre a su hija, quién cada cierto tiempo va pasando sus correspondientes revisiones periódicas.
El tratamiento aplicado por el doctor Madero y su equipo de oncología, al que llegaron tras pasar por muchas consultas y dar con el diagnóstico, es el primero que se ha realizado en España usando células madre de su propio cordón umbilical.
La pequeña Alba, que para Teresa ha vuelto a nacer, lleva una vida más o menos normal, dentro de sus limitaciones, tras momentos muy duros según explicaba Santiago, profesor de informática, que recuerda que gracias a su interés de siempre por los temas científicos, decidió antes de nacer la niña, proceder a la congelación del cordón por si en un futuro fuese necesario.

Otras Noticias

José Moreno  |  Viernes 11 febrero de 2011

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información