El chaparrón que descargó a primeras horas de la tarde hizo temer a los cofrades de Los Dolores lo peor
Rafael Cobo Calmaestra
Martes 19 de abril de 2011 - 08:39

Pese a que el abundante chaparrón que descargó a media tarde hizo temer lo peor, la cofradía de los Dolores, una de las que cuenta con mayor participación en lo que al número de nazarenos de fila se refiere, pudo finalmente realizar su estación de penitencia, desafiando por segundo año consecutivo a la meteorología.

Con las últimas luces del Lunes Santo, el numeroso público que se congregaba en la explanada de El Calvario asistía expectante a la salida de su ermita la compungida efigie de María Santísima de los Dolores, que tras bajar la escalinata giró y volvió a subir la suave rampa para recibir a la sobrecogedora imagen del Cristo de la Buena Muerte, escoltado por cuatro originales antorchas que dan al conjunto una gran belleza plástica. Los dos titulares de la cofradía, con algo de retraso debido al retraso que se produjo en la salida del Cristo, iniciaron de esta manera su lento descenso hasta la parroquia de la Asunción, templo desde el que regresarán a su sede en la madrugada del Viernes Santo, en la conocida como Vía Sacra o procesión del Silencio.
En el cortejo procesional, volvió a destacar la gran participación de nazarenos de luz, así como la presencia de la banda municipal de música de Luque, que acompañó el trono de María Santísima de los Dolores, que lucía un precioso exorno de rosas blancas.
Cuando las manecillas del reloj se aproximaban a la primera hora del Martes Santo, los titulares de Los Dolores finalizaron su primera cita con esta Semana Santa prieguense, en la que habrá que estar muy pendiente del cielo, habida cuenta de las negativas perspectivas que anuncian todas las previsiones meteorológicas.

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