Mañana se cumplen quince días desde que finalizara el plazo de presentación de ofertas para la gestión de la plaza de toros de Priego y aún no sabemos nada de este proceso, iniciado a prisa y corriendo en el ocaso de la anterior legislatura y del que dependen en buena medida los festejos de la ya inminente Feria Real.

Parece que el tema “quema” en las manos de la nueva Corporación según he tenido la ocasión de comprobar de primera mano, y pese a que son tres las empresas que formalmente han mostrado su interés por Las Canteras, el proceso de adjudicación sigue una inquietante paralización que, personalmente, me preocupa, toda vez que el tiempo se echará encima y la confección de carteles se antojará todo un galimatías de padre y señor mío, amén de los siempre engorrosos trámites burocráticos que tienen unos plazos establecidos y cuyo cumplimiento es imprescindible para la celebración de cualquier espectáculo taurino que se precie.
Si hablamos de tiempo y con el pliego de condiciones en la mano, aún no ha sido convocada la Mesa de Contratación, organismo encargado de calificar la documentación presentada por los licitadores, que en el caso de que aparezca algún error subsanable, dispondrán de tres días más para la corrección de los mismos, tras los cuales se procedería a la apertura del sobre con las ofertas económicas, abriéndose un plazo de diez días para la presentación de documentos por el representante de la oferta económica más ventajosa, suscribiéndose posteriormente el contrato definitivo. Así que, a ojo de buen cubero y si el proceso sigue los cauces más o menos normales, nos meteríamos en la primera quincena de agosto, con el plazo para la concesión de permisos por parte de la Junta casi agotado, por lo que el engorro para el futuro empresario sería de órdago, por no decir la contratación de los espadas que conformarían el cartel del sábado 3 de septiembre.
De ahí que por parte de un sector de la afición prieguense y de la comarca, no se entienda muy bien, cómo con las ofertas ya presentadas no se inicie el proceso de adjudicación de Las Canteras. Otra cosa es que no se esté de acuerdo con el pliego, que de eso hay para escribir varios artículos, toda vez que algunos de sus puntos son ciertamente curiosos; o con la duración planteada, cuatro años; e incluso con el canon anual, 6.000 euros. Aún así, el propietario del recinto, en este caso el Ayuntamiento, tiene la última palabra y la potestad de arbitrar una solución al respecto, porque de seguir así las cosas, hasta nos podríamos quedar sin festejos taurinos en la Feria Real, algo que sería imperdonable, después de nueve años sin que Las Canteras viva el ambiente especial de un 3 de septiembre, ya que el último paseíllo en esta tradicional fecha tuvo lugar en 2001 y con Ortega Cano, Espartaco y Ponce como protagonistas de aquella histórica tarde.
Sería como digo, lamentable, que contando ya con nuestra remozada plaza y con tres ofertas presentadas, se tenga que ir ahora con prisas y casi corriendo, cuando ha habido tiempo suficiente para seguir los pasos adecuados y que Priego cuente con una empresa de garantía para Las Canteras. La patata caliente, en manos de un concejal al que esto de la Fiesta parece que le viene grande debido a su inexperiencia en estas lides y lo más importante, a su total desconocimiento sobre el tema, puede convertirse en un arma arrojadiza y en el primer gran escollo, al margen de la situación económica del Ayuntamiento, de un recién estrenado Equipo de Gobierno que, como en otros temas, deberá ponerse las pilas de manera inmediata y solucionar una cuestión que, aunque pueda parecer baladí y casi secundaria, no lo es tanto.