Al comunicado de la Comisión de Gobierno del Partido Popular sobre la situación económica de las arcas municipales
Enrique Alcalá Ortiz
Miércoles 10 de agosto de 2011 - 09:48
generica

Lo han hecho bien, pero no completamente bien. Para nuestro gusto el análisis económico financiero es manifiestamente mejorable.

Lo que más me duele de estos comunicados económicos es el partidismo que suelen usar. Ningún partido hace un análisis riguroso del activo y pasivo, y presenta los ratios correspondientes de situación económica y financiera. Se limitan a hablar de varias cuentas de pasivo, sin nombrar para nada las cuentas de activo, y en contabilidad por partida doble, si no tienes en cuenta estos detalles: o no sabes nada o lo más grave, estás dando una información tendenciosa, es decir, estás engañando al personal que generalmente entiende poco de qué va el asunto.
La parte de buena información. Pocos partidos hasta ahora han manifestado públicamente tan claro la situación financiera que se han encontrado al sentarse en los sillones de representación pública. En un primer informe del interventor nos dicen que a bancos se deben más de 12 millones de euros;  facturas pendientes de pago más de 7 millones; a la compañía de la luz más 400.000 euros; a la Diputación Provincial casi otros 400.000  por los planes provinciales;  casi 1.000.000 a facturas correspondientes de reconocimiento de años anteriores y otros casi 500.000 euros pendientes de reconocimiento en el registro personal; se sigue debiendo al Consorcio de Extinción de Incendios casi 300.000 euros y a abastecimientos de agua casi 80.000. Todas estas cantidades suponen una suma de 21.690.677 €, (o sea 3.609.024.983 de las antiguas pesetas), que nuestro Ayuntamiento debe tanto a proveedores como a entidades financieras.
Se completan estos números comunicando que ingresarán de menos 1.100.000 euros correspondiente al IBI y al impuesto de obras y construcciones, y le acusan de que se han gastado los cuatro millones que han ingresado por la venta parcial del servicio de aguas.
Terminan calificando la situación de "crítica, especialmente grave y de caos económico" por lo que se verán obligados a tomar medidas importantes como a recortar los gastos y no elevar los impuestos, pidiendo un esfuerzo a funcionarios y proveedores para solucionar la situación. 
La parte mala que dicen parcialmente o callan. No hacen ni un comentario de las cuentas de activo: caja, bancos, clientes, créditos a favor, saldos pendientes de cobro de impuestos, servicios, etc. Al no informar sobre estas cuentas están cometiendo un pecado grave de omisión o mintiendo de una forma descarada. Si el saldo deudor de estas cuentas fuera de 30 millones, nuestra situación sería de ricos. Si estas cuentas están saldadas, el estado es bastante grave. Al no decir nada, están dejando esta vital información descalabrada y sin sentido completo, puesto que al ser cifras absolutas, ocultan el valor relativo dentro del estado general de un balance de situación. Manifiestan parcialmente que van a ingresar menos por IBI e impuesto de obras, pero no dicen lo que han cobrado y lo que queda por cobrar.
Este mismo razonamiento se puede hacer extensivo al índice de endeudamiento dentro del balance general. Si debemos 21 millones dentro de un presupuesto de 1.000 el asunto no presenta mucha gravedad, pero si nuestro presupuesto es de 4 millones, el asunto cambia radicalmente. Al no tener esta información volvemos a estar sin enterarnos del estado de gravedad de nuestro enfermo. Que tiene el vientre hinchado pero no sabemos exactamente si es por un atracón de deudas o por las tajadas de euros en forma de bocadillo que se comió en la última fiesta presupuestaria.
Dejan a entender que el enfermo encamado ha sufrido una invasión del virus del despilfarro por parte de las corporaciones anteriores que han gastado a manos llenas, gastando sin ton ni son, muchísimo más de lo que iban a ingresar, inflando los presupuestos con el fin exclusivo de poder gastar más y así aumentar la deuda. Su objetivo ha sido el gasto, gastar y que paguen los que vengan detrás. Y ahora los que vienen detrás las pasan canutas para poder hacerlo. Han gastado sin control de una forma loca e irresponsable y han dejado el estado económico del pueblo en estado de coma. No entiendo como estos delitos no están tipificados y tienen condenas, como apartar a todos los despilfarradores de la escena pública y llevarlos a la cárcel. Son unos irresponsables de cuidado. Pasarán varias generaciones para que el pueblo pueda saldar lo que han gastado (más los intereses) en estos últimos años.
Hecho el diagnóstico, las recetas que dan tampoco están muy claras del todo, por lo que estimamos que a corto y largo plazo el enfermo seguirá en estado de coma, si no fenece súbitamente cuando los bancos nieguen los créditos y no puedan hacer crecer la bola de las deudas. El remedio hasta ahora ha sido quitar un préstamo o una deuda, haciendo otra más grande. La bola crece y crece. Y así hasta que explote.
Dicen que van a recortar los gastos de una forma general, no sabemos ni el nombre de la cuenta ni la cuantía de la reducción, si es de su sueldo, de los gastos de representación, de los funcionarios, de los servicios variados, del alumbrado público o del agua de las fuentes. A continuación piden un esfuerzo a funcionarios y proveedores. Tampoco está claro en qué consiste su petición. Porque vamos a ver, si se trata de funcionarios, ¿este esfuerzo es para que trabajen más, cobren menos, cobren un mes sí y otro no o dejen la paga extraordinaria para pagar los consumibles del ordenador o la factura de la calefacción?
Si se trata de proveedores, ¿qué le están pidiendo? ¿Qué renuncien a su factura? ¿Qué estén varios años sin cobrar? ¿Qué trabajen gratis? ¿Qué no facturen por el doble del valor real de su servicio?
Terminan diciendo que la anterior Corporación había ingresado 4 millones por la venta del servicio de aguas y se lo han gastado todo. Pero hombre, con la situación económica que han pintado, qué querían que los colocaran a plazo fijo con abono de intereses mensuales. ¡Qué risa!

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José Jesús Ordóñez  |  Lunes 31 enero de 2011

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