OPINIÓN | Comentarios pasajeros
Los dos llevan razón y los dos mienten
Lunes 26 de septiembre de 2011 - 12:34
Dos sintagmas que afirman lo contrario, unidos por una conjunción copulativa, indudablemente son una contradicción, ya que aparentemente es un contrasentido. Sin embargo, en los pocos párrafos que siguen vamos a intentar poner de manifiesto algunos de los perfiles de sus razones y de sus disimulos, y por qué llevan razón y por qué mienten a la vez. La respuesta es porque indudablemente no dicen toda la verdad, sino parte de ella.
Me estoy refiriendo a las últimas declaraciones de los responsables municipales del Partido Popular y del Partido Socialista que han hecho sobre los cuatro millones que ingresaron en la caja municipal con motivo de la venta y cesión de casi la mitad de la gestión del servicio de aguas.
La alcaldesa María Luisa Ceballos, nos dice que los cuatro millones cobrados por el canon de la empresa del agua "se han empleado en gasto corriente", y que todos los ingresos de tesorería de la última legislatura "también se han empleado en gastos corriente", recordando que las inversiones que se han podido acometer han sido las que han venido de los fondos FEIL, Plan € y Proteja. Y esto lo dice así, como si fuera un delito, acusándolos de un hecho tan simple como es gastarse los ingresos en gastos corrientes y los fondos con destinos específicos a los fines para los que vienen. No lo entiendo. Si ha habido malversación de fondos debe indicarlo, denunciarlo e irse al juzgado. ¿Qué intenta con esta casi acusación? Enredar a los paisanos. Estimo que los cuatro millones famosos, —para mí los quisiera yo— no tenían un fin concreto de aplicación y una vez disponibles se aplicaron en la gestión diaria que ya contabilizada se concreta en los gastos corrientes e inversiones.
La respuestas socialistas de Encarnación Ortiz y Javier Tarrías es que se han gastado en buena parte en la piscina cubierta, Recreo de Castilla, nuevo edificio de servicios sociales, caminos rurales, obras Profea y asfaltado de las calles Lozano Sidro y San Marcos, y otra parte a saneamiento de capital, es decir, a amortización de préstamos y además dejaron en caja. ¡Toma del bote! Y ahora, ¿a quién creemos?
¿A los primeros? ¿A los segundos? Porque las afirmaciones son discordantes.
No saben leer un balance. Interpretan lo que les da la gana sin objetividad y malinformando. Lo que tengo claro es que el dinero se ingresó y se ha ido aplicando. Si es de otra forma, denuncia. En caso, contrario, lengua a la caja, para que haya algo dentro.
Este contraste se produce igualmente en las cifras del balance general que los socialistas han dado sobre la situación que se encontraron en el año 2007 cuando ellos se encargaron de la gestión municipal después de un cogobierno de populares y andalucistas. Si es verdad, como así lo estimamos de principio, habrá que ir buscando las penitencias para los mismos delitos o faltas de gestión que los populares denuncian. Todos los gestores que han sido son culpables de la situación actual. No unos pocos. Han empezado a tirar piedras sin estar libres de pecado.
Hacen hincapié y recalcan, con total partidismo, como partido que son, aquello que entienden que les beneficia para su lucha política, —que sigue la norma de nosotros lo hacemos todo bien, y los otros todo mal— y minimizan aquellos aspectos con los que no están de acuerdo porque pueden beneficiar a los del otro partido, siempre con el fin de hacerlos pedazos. Y el pueblo llano, ya estamos hartos de estos análisis de la situación tan simplista que en un principio pueden engañar a gran parte de los silenciosos y pasotas, pero que a otra parte del pueblo nos indigna y les decimos que ya estamos hartos, dolorosamente empachados, de estas situaciones confusas, ,—con fusas agudas y graves—, cuyas consecuencias a la larga esperamos que caigan sobren ellos y les parta de una vez por todas esas lenguas usadas tan maliciosamente como arma de una política barriobajera y falta de elegancia. Tenemos que ir a luchar con todas nuestras fuerzas contra estos atropellos a la sensibilidad lógica de un pueblo que ve estupefacto como se pasa el tiempo y gastan esfuerzo, y por lo tanto dinero público, el de nuestros impuestos, en diatribas sobre si los ángeles son machos o hembras.
Los dos llevan razón o los dos mienten. O mejor, los dos llevan razón y los dos mienten.