Miguel Forcada muestra su nuevo trabajo. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

Acto de presentación de la obra, celebrado ayer en un repleto centro cultural Lozano Sidro. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

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Un homenaje a todos los espeleólogos de la provincia. Así definía su autor, Miguel Forcada Serrano, su trabajo “Historia de la espeleología en la provincia de Córdoba”, que ayer era presentado en el Centro Cultural Adolfo Lozano Sidro ante una masiva afluencia de público, la inmensa mayoría de ellos espeleólogos.

Una obra que como el propio Forcada indicaba en los prolegómenos del acto, “en síntesis es un resumen de la historia de este deporte-ciencia en la provincia”, que como apuntaba su autor comenzaba con la investigación de los espeleólogos de Priego y su influencia en la creación del museo histórico de localidad, luego ampliada a otros grupos de espeleología de la provincia.
En este sentido, Forcada hacía referencia a la importancia de la Subbética en lo que ha sido la espeleología cordobesa, ya que tanto los grupos de la capital como los de la comarca, centraron en ella sus trabajos, “porque en ella era donde había cuevas”. En este sentido, Forcada destacaba que el germen de la espeleología en Córdoba se produjo en Doña Mencía, “localidad en la que en 1952 se constituyó el grupo Gama, que puede considerarse el pionero de esta especialidad”, al que una década más tarde siguieron otros como el Ambrosio de Morales de Priego, en 1963, aunque como matizaba el autor de la obra, “en Priego se practicaba la espeleología mucho antes, ya que a finales del siglo XIX Francisco Ruiz Santaella dejó su firma en el fondo de una cueva”.
Ahondando más en la que ya puede considerarse una aportación fundamental para la historiografía de la espeleología cordobesa, Forcada realiza un pormenorizado recorrido por el medio siglo de historia de los grupos prieguenses, cuyo precursor fue el antes comentado Alonso de Carmona, al que siguieron formaciones como GEAP, SAJUMA o el grupo GESP, creado en 1970 y considerado todo un mito en la especialidad, con casi 43 años de permanente actividad, únicamente interrumpida tras el accidente  que en 1981 sufriera Francisco Padilla, uno de los nombres más recordados ayer en la presentación del trabajo de Miguel Forcada, junto a los de Antonio González ‘Machuca’, Avelino Siller, Manuel Alcalá-Zamora, Alfonso Calaña o Juan Alcalá-Zamora, fundadores del grupo Alonso de Carmona en 1963.

Pasado y presente, ya que en su obra Forcada también hace referencia a la irrupción del grupo G40 y su destacada aportación a la espeleología cordobesa y prieguenses, gracias a los numerosos trabajos realizados desde su creación así como a los importantes hallazgos de cavidades.
Junto a los grupos prieguenses, la obra también recoge lo que ha sido la actividad espeleológica en el resto de la provincia, con referencias a los grupos de Córdoba capital, el antes comentado de Doña Mencía, Baena, Cabra, Lucena, Luque o Puente Genil.
El acto contó con la participación de la presidenta de la alcaldesa de Priego y presidenta de la Diputación, María Luisa Ceballos, de Rafael Carmona, espeleólogo, arqueólogo municipal y director del Museo Histórico de Priego, que fue el encargado de diseccionar en su presentación cada uno de los capítulos que conforman el libro, y Francisco Durán, también espeleólogo en la década de los ’70 y representante en el acto del Ateneo Cultural de Priego, entidad encargada de la edición de este más que merecido homenaje a todos los hombres y mujeres, que también las hubo y las hay, que practicaron y siguen haciéndolo, este deporte-ciencia.