Romeros acompañando a la Virgen de la Cabeza en su subida a Sierra Cristina el pasado sábado. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

La gran afluencia de público, de manera especial en el camino de subida a Sierra Cristina, y la participación que se ha registrado en la mayoría de los numerosos actos programados, han sido las notas más positivas de la trigésimo séptima edición de la romería en honor a María Santísima de la Cabeza.

Programación que se iniciaba el jueves con la entrega de diplomas a los alumnos y alumnas participantes en el octavo concurso de poesía “A la Virgen Romera”, y de los accésit a los colegios participantes, alcanzándose este año una participación record, ya que han sido casi 400 escolares los que se han animado a escribir una poseía a la Virgen, lo que pone de manifiesto la implicación de los docentes y alumnos en este certamen.
El viernes tenía lugar el pregón de José Luis Sansaloni, sin lugar a dudas uno de los más personales que se han pronunciado en los últimos años, toda vez que el pregonero compartió con el público lo que había sido su acceso al Cristianismo a través de María, desgranando alguna de las anécdotas y vivencias de ese especial acercamiento, tanto a la Virgen como a la propia hermandad que, como él mismo confesó, lo han convertido  en otra persona, “en una persona feliz”.
Y pese a las altas temperaturas de la jornada, fueron numerosos los romeros que quisieron acompañar el sábado a María Santísima de la Cabeza en su subida a Sierra Cristina, destacando este año la numerosa comitiva de caballistas que precedían el cortejo que partía de la sede de la Hermandad unos minutos antes de las seis de la tarde y llegaba cuatro horas y media después a la explanada de Sierra Cristina, enclave que registró una gran animación durante toda la noche, especialmente de jóvenes que trasladaron su particular “botellón” al enclave serrano.
La programación de la romería continuaba en la mañana del domingo, con la ofrenda floral de los caballistas a la Virgen, a la que siguió la Santa Misa Rociera, celebrada por Rafael Serrano y cantada por el Grupo Rociero de Priego, procediéndose en la propia ermita, una vez finalizada la Eucaristía, a la entrega de premios del octavo certamen de poseía, recitando los ganadores sus trabajos ante la Virgen de la Cabeza.
Tras un receso para reponer fuerzas y descansar, a las 7 se inicio del regreso de la comitiva desde Sierra Cristina, haciendo su entrada a Priego pocos minutos antes de las diez de la noche, alcanzando su sede minutos después y concluyendo de esta manera una nueva edición de su Romería.


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