En el Pleno de mayo de la Corporación Municipal, el representante político de Participa, en relación a las fiestas religiosas de nuestra ciudad, éste exponía que, como Concejal de Patrimonio, consideraba que debía intervenir en el tema objeto de debate relacionado con fiestas como el Corpus o la Semana Santa, pues constituían dichos actos manifestaciones culturales. Cuan equivocado está dicho señor, y como altera la verdad.

Ya, en el año 2008 publiqué un artículo relativo a la utilización de estos actos y acontecimientos religiosos por personas o entidades ajenas y contrarias a nuestra FE, pero que quieren utilizarlas como actos culturales. Los mismos que públicamente vienen diciendo, sin educación ni respeto alguno, que nuestra FE y nuestro DIOS son una estafa, quieren apropiarse y ser parte de ellas desvirtuando su sentido, origen y finalidad. Es como por ejemplo la moda ahora existente de aquellas personas ateas que ante el importante acontecimiento de recibir los pequeños su Primera Comunión, que no es sino recibir el cuerpo de DIOS, quieren que sus hijos participen de la parafernalia que rodea tan significativo momento, pues la mayoría de sus compañeros de clase reciben dicho Sacramento, y así ellos, sin recibir el mismo, quieren celebrar lo que llaman primera comunión civil, toda una solemne idiotez que caracteriza el comportamiento absurdo de estas personas. Señores el vehículo de 4 ruedas con motor y volante se llama coche, y no carretilla, aunque a Vds. les gustaría que así fuese.
Para todo creyente, y muy especialmente para los católicos, la Semana Santa representa la vida de JESUCRISTO desde su entrada triunfal en Jerusalén, pasando por su Pasión, Muerte y Resurrección. Cada año recordamos esos acontecimientos históricos, que no novelados, a través de los distintos actos religiosos que se celebran en el interior de las Iglesias, y también los extendemos a todo nuestro pueblo a través de las representaciones que se realizan en la calle, tales como el Prendimiento y las distintas Procesiones. Tanto los actos celebrados en la Iglesia, como los celebrados en la calle son actos religiosos.
España, constitucionalmente es un Estado aconfesional, que no laico, pero en los últimos años estamos asistiendo a una confusión de ambos términos, confusión claramente interesada e intencionada para determinados grupos sociales o políticos. A dichos grupos los actos internos o de Iglesia no le interesan lo más mínimo y no participan en ellos, lo cual es perfectamente legítimo y respetable. Pero en cuanto a los actos externos que se realizan en la calle, y en nuestro pueblo son de gran categoría por el enorme valor artístico de nuestras Imágenes y Pasos, por la seriedad con que se desarrollan, por la puesta en escena adecuada, etc., dichos acontecimientos religiosos atraen a un muy elevado número de personas que asisten a su desarrollo y llegan a traspasar los límites de nuestro propio pueblo haciendo que en Semana Santa el número de personas que nos visitan sea muy elevado, con todo lo que ello conlleva para muy diferentes sectores económicos de nuestra ciudad. Dada esa trascendencia de los actos, repito religiosos, aquellos sectores, grupos o personas que ni viven ni sienten la Fe católica, sin embargo sí están interesados en que los mismos tengan lugar por el cúmulo de circunstancias que las rodean, y así asistimos a que nuestra Semana Santa fuese declarada de Interés Turístico, que se cree por la Junta de Andalucía la figura de Los Caminos de Pasión, pero todo ello se plantea, sin contar con las Cofradías, como acontecimientos o manifestaciones culturales, y ello es totalmente falso.
La religión no es cultura, y los actos de Semana Santa son actos religiosos y no culturales. Quien pretenda defender lo contrario carecerá de todo argumento objetivo para defender su posición y simplemente pretenderá alterar la lógica y origen de dichos acontecimientos.
Con dichas manifestaciones religiosas, lo que mostramos públicamente es nuestra Fe, nuestro compromiso cristiano, nuestro pesar por la muerte de JESUS que tuvo lugar para redimirnos a todos los hombres y hacemos ostentación pública de nuestras creencias, y con más razón en éstos tiempos en que somos atacados como institución eclesiástica, pero claro la Semana Santa es atractiva y atrayente, por lo que negando su origen histórico y sentido, que se produce gracias exclusivamente a la manifestación religiosa de Fe en la calle por parte de los católicos, es llamada por los que atacan a la Iglesia o por los que simplemente pasan de ella, mostrando un absoluto desconocimiento o, lo que es peor, una total alteración de la verdad, una manifestación cultural.
Pues que quede muy claro, sin la Iglesia y sus fieles no habría Procesiones, cualquier otro punto de partida es simplemente falso, y los creyentes nos negamos a que se nos despoje de nuestras manifestaciones externas de Fe, de la verdad histórica que es JESUSCRISTO, intentando encubrirlas como manifestaciones culturales que sencillamente no lo son.