CULTURA | Patrimonio
El Pendón de los Zamorano ya se encuentra en las dependencias del IAPH donde será restaurado
La pieza, donada al Consistorio por María Jesús, Luisa y María Tisner Madrid, herederas propietarias del bien, está considerada por sus características como única en su género en nuestro país.
Jueves 22 de septiembre de 2022 - 09:00
El Pendón de los Zamorano, considerado como uno de los bienes muebles prieguenses de mayor valor histórico y que forma parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, ya se encuentra en las dependencias del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico donde será restaurado durante los próximos 14 meses.
Tras la donación de la pieza por María Jesús, Luisa y María Tisner Madrid, herederas propietarias del bien, de esta manera el Consistorio da cumplimiento al acuerdo suscrito la pasada primavera para la conservación y posterior exposición al público de esta enseña militar.
La pieza, como ayer indicaba el arqueólogo municipal, Rafael Carmona, en la recepción de la misma por parte del Consistorio antes de su traslado a Sevilla, conmemora un episodio de armas ocurrido, probablemente en Sierra Bermeja, en 1501, durante el cual Juan Martín Zamorano, alférez de la caballería de Priego, salvó la vida o contribuyó de manera significativa a ello, de Pedro Fernández de Córdoba, futuro Marqués de Priego e hijo del titular del señorío de la casa de Aguilar. En agradecimiento, el señor otorgó una serie de bienes y privilegios a Juan Martín Zamorano, entre los que se encontraría su nombramiento como Alférez Mayor perpetuo de la caballería de Priego y la entrega para su custodia de un pendón militar conmemorativo del hecho. Reconocimientos que tenían un carácter hereditario, por lo que el pendón se ha custodiado, hasta la fecha, en la residencia familiar de sus descendientes.
En cuanto a sus características físicas, las dimensiones del asta del pendón son 276 centímetros, con anchuras diferentes por la forma que por la forma que presenta con secciones elípticas o circulares de diferentes diámetros. El primer tramo superior, que comprende al completo el tejido, supera los 163 cm. En lo que a sus materiales se refiere, el pendón está confeccionado con varias piezas cosidas de lienzo de lino, sobre las que se pintaron al temple varios motivos y personajes en un estilo gótico tardío.
En relación a su estado de conservación, al tratarse de un bien con más de cinco siglos de existencia, la pieza presenta daños evidentes y una serie de patologías como la pérdida de la policromía original y alteración cromática generalizada del lienzo virado a un tono ocre tostado, deformaciones generalizadas, numerosas roturas, deshilachados y manchas de humedad y suciedad.
De ahí la más que necesaria restauración que se llevará a cabo en el IAHPA, donde tras los oportunos trámites administrativos y la redacción del proyecto de conservación, se procederá a los estudios técnico-científicos, documentación fotográfica, tratamientos de conservación-restauración, aspirado general, desmontaje de elementos, microaspirado, eliminación de intervenciones, eliminación de deformaciones y alineado, selección y tinción de tejidos e hilos y nuevos soportes, encapsulado, fijación y disposición de injertos, tratamientos del asta (desinsectación, limpieza, consolidación), montaje final, estudio, recopilación de datos y memoria final de ejecución.
En el sencillo acto que tenía lugar ayer miércoles, el Consistorio prieguense, representado por al alcalde, Juan Ramón Valdivia, y la presidenta del Área de Cultura, Jezabel Ramírez, recepcionaban por parte de las herederas de María Jesús Madrid la pieza, que a primera hora de la tarde era embalada por operarios de la empresa que se ha encargado de su traslado hasta la sede hispalense del IAPH.
En declaraciones a los medios, Ramírez hacía referencia, “al arduo trabajo, de muchos años, que se ha realizado para llegar hasta aquí”, agradeciendo a la familia Madrid Tisner la donación de esta pieza, “muy importante arqueológica, histórica, artística y antropológicamente, que ha sido conservada durante más de 500 años por sus propietarios”.
Por su parte, Rafael Carmona, arqueólogo municipal, recordaba que habían pasado casi 20 años, “desde que, por el Ayuntamiento, intentamos gestionar, primero la protección de un bien tan singular y de forma hoy afortunada la donación a la ciudad de Priego”, indicando que el conocido como Pendón de los Zamorano, “es una pieza, probablemente única en su género actualmente, ya que pendones militares bajo medievales como éste hay muy pocos en España, con una iconografía tan singular, un episodio muy concreto asociado a un personaje local y al marqués de Priego, que lo convierten en una pieza única en su género en el ámbito peninsular”.
En representación de los donantes de la pieza, María Jesús Madrid agradecía al Consistorio el interés mostrado por el pendón, señalando que las circunstancias, en relación con la anterior propietaria, su tía María Jesús Madrid, “han cambiado, ya que nosotras no vivimos aquí, por lo que la donación y su posterior exposición al público nos ha parecido la mejor decisión”, expresando su deseo de que el Ayuntamiento, “lo cuide tan bien como lo ha cuidado la familia durante 500 años”.
Por último, Juan Ramón Valdivia afirmaba que María Jesús, Luisa y María, “han sido las grandes responsables de que el Ayuntamiento reciba este bien como así ha sido su voluntad”, recordando los compromisos suscritos en la donación, haciendo mención a una cláusula según la cual, si el ayuntamiento no diera la utilidad adecuada a este bien, “volvería a la familia propietaria”.
Según el alcalde, “el valor histórico de esta pieza es indiscutible, por lo que para el Ayuntamiento ha sido una donación recibida con total entusiasmo y mucha alegría”, confiando que, tras su restauración en el IAPH, “para finales de 2023 pueda exponerse en un lugar que acordemos con la familia, para que todos los prieguenses conozcan el signo más antiguo de cuantos consideramos que existen en Priego”.