Menos de seis meses después de su reapertura tras nueve años cerrada al público, la centenaria plaza de toros de Priego sufre los primeros efectos de una más que manifiesta desidia de sus propietarios, el Consistorio de nuestra localidad, en lo que a su mantenimiento y conservación se refiere.
Ayer, sin ir más lejos, los espectadores que asistieron al espectáculo ecuestre programado con motivo de Agropriego, pudieron comprobar en sus propias carnes algunos ejemplos de este abandono, como por ejemplo el deplorable estado en el que se encontraban las localidades de la parte superior de los palcos, en las que el polvo se acumulaba de tal manera que hizo necesaria toda una artillería de pañuelos, toallitas y demás utensilios de limpieza para no llevarse en la ropa la prueba manifiesta de la falta de limpieza de esta zona. En ambos tendidos aún podían encontrarse restos del último festejo celebrado en Las Canteras y en uno de los accesos de Sombra, todavía colgaba de la puerta el orden de lidia del mismo. Pero lo que más resignación me provocó fue ver el estado en el que se encontraban los corrales de la plaza, con los excrementos del ganado aún sin limpiar, las paredes casi negras, los abrevaderos con el agua verde e incluso verdín en sus paredes, así como restos del forraje con el que se alimentó a los novillos del día 5 de septiembre todavía en las pasarelas metálicas y suelo de los corrales, de los que emanaba un tufillo ya sospechoso. Me hubiera gustado ver los chiqueros, porque me imagino el estado en el que se encuentran, y alguna otra dependencia a la que, por tiempo, no pude acceder.
Según me comentó ayer un conocido aficionado, cuando el viernes abrieron las puertas del desolladero para limpiarlo, el hedor era insoportable y el estado, mejor ni mencionarlo.
Y me pregunto yo. ¿La empresa que gestionó los festejos de la Feria Real no estaba obligada a entregar al Ayuntamiento la plaza y sus dependencias limpias, tal y como las encontró, o es que el Ayuntamiento entregó la plaza “comida de mierda” como coloquialmente se suele comentar y el empresario lo que hizo fue aplicar el “así me la has dado y así te la entrego”?.
Y en relación al espectáculo de ayer. ¿Si era el Ayuntamiento el organizador del mismo, no hubiera sido conveniente limpiar o adecentar al menos las localidades de los palcos y algunas de las dependencias de la plaza?.
Supongo que la crisis está haciendo mella hasta en la conservación y mantenimiento de un edificio centenario, cuya rehabilitación nos ha costado Dios y ayuda, por lo que mucho me temo que como ésto siga así, ya mismo tenemos la plaza de toros otra vez medio en ruinas.
Así que, desde mi modesto punto de vista, creo que éste de la conservación y mantenimiento de Las Canteras ha de ser uno de los puntos que la “comisión de expertos” cuya creación fue anunciada recientemente por el señor Forcada, debería analizar y estudiar con más detenimiento y de manera preferente, ya que la imagen que ayer ofrecía la plaza, dista mucho de la solera, belleza y encanto que atesora granjeada en sus más de 119 años de historia.
Os dejo unas cuantas instantáneas en una Galería, como prueba feaciente del estado de dejadez que presentan los corrales.