Estado de las obras de la variante de El Cañuelo en octubre del pasado año 2010. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

Cansados de promesas incumplidas y plazos que se han ido prolongando en el tiempo desde que en 2008 fueran adjudicadas las obras, los integrantes de la asociación de vecinos Cerro de la Mesa, de la aldea prieguense de El Cañuelo, han iniciado una recogida de firmas para demandar a la Junta de Andalucía la "inminente" apertura de la variante de la A-333 a su paso por dicho núcleo de población.

Para ello, ya han repartido por numerosos establecimientos comerciales de Priego, Fuente Tójar, el propio Cañuelo y otras aldeas y localidades a las que afecta directamente esta vía de comunicación, hojas para la recogida de firmas, en las que junto a la citada demanda, se solicita a la administración autonómica el inicio de las obras de la variante de Las Angosturas.
La intención de los responsables de esta iniciativa, según han indicado a Priego Digital, es acelerar la apertura de este tramo de 2,5 kilómetros de longitud y una inversión de 3,5 millones de euros cuyas obras, que ya habían sufrido un importante retraso debido a varias circunstancias, se encuentran paralizadas desde la pasada primavera, debido a las certificaciones que la Junta ha de abonar a la empresa que ha realizado la obra, abono que traería consigo la finalización de la actuación y su efectiva entrada en servicio.
Para ello pretenden mantener una reunión con el delegado provincial de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda, Francisco García, en la que trasladarán a éste su demanda, haciéndole entrega de las firmas de apoyo, que ya son muchas pese a que la recogida ha empezado recientemente.
Desde la adjudicación de la intervención en el verano de 2008, la variante de El Cañuelo lleva acumulados más de 15 meses de retraso con respecto a la fecha fijada en un principio para la finalización de la obra y su entrada en funcionamiento. Retrasos que, en parte, se debieron a las dificultades técnicas que surgieron en el invierno de 2009, derivadas tanto de las características del terreno --en el que incluso fue necesario realizar voladuras en varios tramos de roca--, como de las inclemencias meteorológicas, que provocaron que durante los meses del invierno de 2009, el ritmo de ejecución fuera menor de lo esperado. A ello se una ahora el impago de las certificaciones de obra que la Junta de Andalucía ha de abonar a la empresa constructora, abono del que depende la finalización de la actuación.