CULTURA | Rincón Literario
El Puente de los asesinos
Martes 8 de noviembre de 2011 - 23:37
Han transcurrido casi cinco años desde la última aventura de El capitán Alatriste y quince desde su nacimiento y, aun así, cada novela de Arturo Pérez Reverte es todo un acontecimiento literario.
La séptima entrega titulada El puente de los asesinos constituye un reencuentro con viejos amigos (Francisco de Quevedo, Sebastián Copons o el moro Gurriato) y enemigos como Gualterio Malatesta.
En esta ocasión, Diego Alatriste deberá llevar a cabo una peligrosa misión en Venecia: asesinar al dogo durante la misa de navidad e imponer con ayuda de un ejército un gobierno favorable a la corte española y al emperador Fernando. Para ello, contará con la inestimable colaboración de un grupo de combatientes que darán un golpe de gracia en Italia para cambiar el rumbo de la historia.
La novela posee ingredientes de espionaje, intriga, misterio y lances de capa y espada. La documentación, la jerga de los personajes y la recreación del contexto y los lugares como siempre impecables. El mejor momento de la obra es el duelo entre el capitán y su archienemigo Malatesta. Resulta extraño verlos en el mismo bando como dos buenos camaradas. Uno para evitar al Santo Oficio y el otro luchando hasta la extenuación como ha hecho toda su vida por la corona española.
Hay reyes y reyes, decía Alatriste años atrás. Y efectivamente, en un imperio donde antes nunca se ponía el sol, se sustentaba en hombres de honor, soldados íntegros como El capitán a los que los reyes olvidaban en el campo de batalla e incluso traicionaban. El puente de los Asesinos es una muestra más de esa traición, una cortina de humo con la que los condes, los duques, los hidalgos y los monarcas sacrificaban peones jugando en el tablero de la vida al despiste. Para conquistar reinos, en ocasiones, hay que dejar en la estacada a hombres sin los que la historia no sería lo mismo.
La novela me ha dejado un regusto amargo. Quizá porque esperaba más y deseaba otro desenlace. Será en otra ocasión. Tal vez en la próxima aventura: La venganza de Alquézar. Aunque me niego a creer que tenga que volver a esperar otros cinco años.