Paz de Manuel durante su actuación. (Foto: A.J.S.) (Foto: Cedida)

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Como un lucero que anuncia la llegada de un nuevo día. Así ha irrumpido Paz de Manuel en el mundo del flamenco con el espectáculo "Amanecer", en la que ha sido su segundo encuentro con el público prieguense, después de la presencia en el Festival Flamenco la pasada Feria Real.

Con pocos adornos y sin prisas, Paz de Manuel ha tenido una paciencia inusual para su edad a la hora de enfrentarse cara a cara con el público, dando el paso cuando se ha visto preparada. "Amanecer" ha supuesto un bautizo musical, lejos de experiencias anteriores, que ha puesto a la joven cantaora prieguense en la casilla de salida hacia una meta, que aunque puede estar cerca, no será fácil alcanzar si no hay constancia y trabajo.

"Amanecer" ha puesto los mimbres para que ello sea una realidad, con un espectáculo asequible, tanto para puristas como para aquellos que ven en el flamenco una posibilidad infinita de fusiones. 

Bien arropada por un joven, pero sobradamente preparado grupo de músicos, Paz de Manuel realizó un recorrido por los principales palos del flamenco, acompañada por las guitarras de Alberto López y Miguel Ángel Pérez, la flauta de Sergio de Lope y la percusión de Javier Rabadán, junto a Juan Diego Sáez y Clara Gutiérrez a las palmas, completando el cuadro el bailaor Ángel Reyes.

Casi dos horas de espectáculo, sobrio, elegante y muy cuidado en su puesta en escena, que no dejó a nadie indiferente, como así lo demostró la sonora y prolongada ovación con la que fue recompensada por un Teatro Victoria que rozó el lleno. 

Un "Amanecer" de un día, que se espera sea largo y fructífero, para una cantaora como Paz de Manuel, que con trabajo e ilusión, se ha ganado el derecho a reclamar su espacio dentro del mundo del flamenco.