Al margen de comunicados, réplicas, boicots y el terremoto que están provocando los colosos del G5 taurino, la Fiesta también existe más allá de este universo de colorín, de miles de euros por actuación, de “starts taurómacas” que trincan la taquilla, imponen ganaderías, y poquito a poco están haciendo añicos los cimientos de esta celebración.
Y digo que la Fiesta existe, sin ir más lejos, aquí en la Subbética, donde en los últimos días nos han llegado noticias de varias de sus plazas, entre ellas las de Lucena y Priego.
En el caso de esta última, como ya va siendo habitual desde que en 2011 se reabriera Las Canteras, empiezan las prisas para adjudicar la gestión del más que centenario coso de cara a la temporada ya en ciernes.
A excepción del pasado año, ya que la empresa tenía contrato en vigor, esta práctica se está convirtiendo en algo habitual y como se puso de manifiesto en el pasado Pleno, la cosa va para largo, ya que aún, en palabras del responsables municipal del asunto taurino, “se está en conversaciones con tres empresas”.
Cabe recordar en este sentido la rescisión del contrato que, de mútuo acuerdo, se produjo el pasado otoño entre el Consistorio, propietario de la plaza, y la anterior adjudicataria, que en 2012 había firmado un compromiso por cinco años, que finalmente fueron dos con más sombras que luces.
Por lo tanto, a menos de 80 días para el Sábado Santo, una de las fechas recuperada en los últimos años y que en 2013 se saltó a la torera la empresa incumpliendo una de las cláusulas del contrato de arrendamiento, aún se desconoce quién o quiénes serán los encargados de la programación taurina de la plaza de toros prieguense y, por ende, el proyecto o iniciativas que pretenden llevar a cabo.
Con la Comisión Taurina defenestrada por completo, toda la responsabilidad de la adjudicación recae ahora en el presidente del Área de Cultura, Miguel Forcada, que después del “numerito” de la pasada Feria Real, tendrá que volver a apretarse los machos si no quiere darle la puntilla definitiva a su afición y, por ende, a su plaza.
Y es que, según me he podido informar, lo que hay es más de lo mismo y por lo tanto, las ofertas son similares a las que los aficionados ya conocen de anteriores episodios parecidos al que ahora estamos viviendo.
Bueno, todas las ofertas no son iguales, ya que hay una en la que se ha planteado una corrida de toros para el Sábado Santo con Los Adolfos, con el riesgo que eso supone en Priego, plaza en la que se mira más al torero que al toro, y donde todo lo que no sea el triunvirato del hombre del salto de la rana, del que lleva un parche en el ojo, y del que dicen que coloca bien banderillas, pues parece que no funciona nada. A las pruebas de los últimos años me remito y, sin ir más lejos, al cartel “inicial” del pasado mes de septiembre y las consecuencias del chaparrón estival en la venta anticipada, aguacero que dejó en cuadro a la empresa, que con los tres duros que tenía montó lo que montó.
Aún así, creo que Las Canteras merece una corrida torista, al menos cada cierto tiempo, ya que como se puso de manifiesto en abril de 2011 con la de Miura, pese a la infernal tarde de aquel Sábado Santo, este tipo de festejos también tienen su público. Tal vez una apuesta de estas características pueda ser una buena manera de iniciar la recuperación del prestigio que antaño ostentaba el coso de Priego y que ahora, por unas u otras razones, ha bajado muchos enteros.
Pero volviendo a la situación actual, si antes hablábamos de prisas lo hacíamos con fundamento, ya que otra de las empresas interesadas en gestionar la plaza de Priego ha planteado incluso la celebración de un espectáculo el 28 de febrero, o sea cuatro semanas mal contadas.
Y si en Priego las cosas están más o menos así, Lucena, que ha deambulado por caminos inciertos en los últimos años, parece que quiere recuperar el tiempo perdido y, según hemos podido saber, ya tiene cerrados un par de festejos, el primer de ellos para el 1 de marzo así como un festejo de rejones el primer domingo de Mayo, coincidiendo con las fiestas Aracelitanas.
De Cabra poco o nada sabemos a estas fechas mientras que Almedinilla, la esperada incorporación de este 2014, sigue trabajando en lo que será la apertura de su Coliseo, prevista para los primeros días del mes de mayo, aunque en este caso, haciendo las cosas de una manera diametralmente opuesta a sus vecinos de la Subbética.
Así, todo apunta a que los próximos días pueden ser determinantes para el devenir de lo que será la temporada taurina en Priego y conocer con más detalles la composición del cartel con el que, de no producirse cambios, se inaugurará el año taurino en Lucena.
Cruzaremos los dedos y desearemos toda la suerte del mundo para los responsables de lo que deseamos sea una buena temporada taurina en la comarca.