Pelagio F.S.
Lunes 7 de marzo de 2016 - 19:52
generica

Cuando se ven y escuchan la sarta de atrocidades, vomitadas a arcadas y sin sentido por el arcángel liberador de la dictadura franquista, un charlatán jactancioso, descubridor en países totalitarios de la democracia absoluta, se le pone a uno a carne de gallina.

En esos programas burdos y paletos, emitidos por medios iraníes en español, para desestabilizar y romper la incipiente democracia española, son constantes las agresiones verbales, los insultos, mentiras y calumnias sobre nuestras instituciones, pregonados desde hace tiempo a bombo y platillo, sin que se haya hecho nada por evitarlo. Se les ha venerado y tratado con tanta indulgencia en los medios, que se han convertido en su poder mediático, y ahora la prensa se queja y se preocupa, porque su aquiescencia y licencia propagandista les ha reportado cinco millones de votos.
¿Cómo es posible que un bárbaro que profiere semejantes lindezas, que insultan a la inteligencia y atentan contra la libertad, los derechos humanos y la convivencia, pueda ser vicepresidente de un gobierno de progreso? Un partido radical, extremista, anarquista y totalitario, sin duda es progresista, super-hiper progresista. ¿Se imaginan? Tanto progreso nos llevaría a las catacumbas.
Como pretencioso fascista, se ufana en proclamar en ruines videos colgados en las redes sociales, mensajes reveladores de su talento y talante jacobino, como los siguientes:
Hay que rodear el Congreso.
Preparar cócteles mólotovs y barricadas.
Sois las camisas pardas de Hitler…
Voy a las instituciones a montar el pollo Yo he venido a liarla…
Si nos pegan hacemos política con cojones.
La guardia civil protege a dominantes.
El P.P. tiene el ADN del franquismo.
ETA es una asociación política…
Un Parlamento burgués de mierda..
Ocupar fábricas y ocupar para vivir…
Clave del poder está en nuestras pelotas.
Estar preparados para tomar las armas.
Yo no puedo decir España…
Venezuela es la democracia más sólida…
Chávez muerto, será invencible…
Guillotina = democracia de Robespierre.
Medios privados atacan la libertad..,
En la propiedad privada hay corrupción.
Irán, país asesino que me ha invitado…
Pagar la deuda es ilegítimo…
Venezuela es un referente demócrata.
Me emociona la agresión a policías…
Me defiendo a puñetazos, con casco y…

Vaya tropa la dirigida por un zafio y contumaz temerario sin escrúpulos, capaz de esta tropelía de indecencias; parece mentira que una persona con estudios, pero nulo entendimiento sea secundada por: secuaces aristócratas, que como ortodoxos comunistas tendrán que repartir sus bienes; catedráticos ilustres que pretenden engañar a hacienda; rasteros con pingües sueldos camuflados de obreros industriales (pobres asalariados), y un enjambre de mindundis descamisaos y desaliñaos que dan la impresión de lo que no son.
Podríamos añadir algunos primores más de su incontenible verborrea. Sobre su propuesta de referéndum para la independencia de Cataluña, dice: “No nos dejéis solos con los españoles”; sobre su cargo apetecido: “Me gustaría ser director de una televisión pública”. ¿Se imaginan lo que íbamos a ver y a escuchar?; sobre su pacífica actitud: “Esa gentuza del lumpen me roba una mesa de mezclas y le rompo la boca”. Y, la mejor: “El cielo no se toma por consenso, sino por asalto”. Esto es lo que espera a nuestras instituciones, a nuestros derechos, a nuestras libertades y “al cielo”. Todo quedará hecho un erial, y en el cielo no quedará “ni el demonio”.
Niños malcriados, acaudalados becarios, pudientes con pisos de V.P.O. que tendrán que devolver, son los nietos del franquismo que lloran, patalean y proclaman estas invectivas.
Prometieron y consiguieron la toma de los medios de comunicación, púlpito de su discurso. Su breviario, tan palmario como inviable, presentado para las elecciones europeas, se convirtió en ácido y corrosivo evangelio para las generales, y aparece ahora atestado de evasivas farragosas que camuflan sus falaces peroratas, con el fin de travestirse en ovejitas, que no escamen y amedrenten a caperucitas y abuelitas.
Nos producen picores y náuseas, quienes vocean la perentoria necesidad de una segunda transición con un “gobierno de progreso”. ¿”Pro” qué? Todo lo citado, infectado de murmuraciones insolentes, sí que son el ADN de un partido: que apoya a Alexis Tsipras, “rico y solitario león que lucha contra los buitres europeos”, pero que ha bajado las pensiones de los griegos un 35 %; que defiende el autoritarismo venezolano de Maduro, con una inflación del 275 % y en la más absoluta miseria, el país más rico de Ibero-América; y que cobra de la teocracia iraní, que ahorca gays y lapida mujeres.
Hoy, cerca de formar gobierno, no recuerdan nada de eso, apenas, y muy difuso queda, el compendio programático de estos personajes altivos, que necesitarían bigudíes rizadores para disfrazarse de juristas con toga y peluca. Aún así, los conoceríamos.
Necesario sería, rechazar a estas máscaras, con desdén e indiferencia, y que se vayan destapando sus patrañas hasta desenmascararlos y sacarlos de las instituciones. No nos merecemos gente que pretenda a toda costa desenterrar las dos Españas, y como dijo el poeta, enfrentarnos, helarnos y rompernos el corazón. Déjennos en paz; no queremos un gobierno tan progresista como los países que ustedes aplauden y glorifican.

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