Miguel Ángel Torrico y Pablo Ruiz durante su comparecencia ante los medios. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

La comisión de Economía y Conocimiento del Parlamento andaluz, aprobaba el pasado miércoles, por unanimidad, una Proposición no de Ley de la que depende en buena parte el futuro del Centro de Innovación y Tecnología del Textil de Andalucía, con sede en Priego.

Como indicaban el pasado martes en rueda de prensa el diputado autonómico del PP, Miguel Ángel Torrico, y el edil popular Pablo Ruiz, la iniciativa persigue que la administración autonómica cumpla su compromiso y asuma el pago de pago de unas subvenciones, pendientes desde el año 2011.
Antes de analizar los contenidos de dicha PNL, Ruiz recordaba que en diciembre de 2007 se inauguró Citta, infraestructura que según el edil, “la Junta vendió como la auténtica panacea, la salvación del sector textil que tan importante había sido a lo largo de la historia en Priego y por aquel entonces estaba atravesando una importante crisis, que supuso la destrucción de varios cientos de puestos de trabajo y la desaparición de varias empresas”.
En aquel 2007, el Citta, como así indicaba Ruiz, “suponía una apuesta por la innovación, el desarrollo tecnológico y el diseño, que era de lo que, en principio, adolecían las empresas del sector textil en Priego”, invirtiéndose para ello más de 2.200.000 euros en la construcción de este centro, que los primeros años ofrecía proyectos de investigación y desarrollo, formación, asesoramiento en marketing, apoyo a la internacionalización, producción y distribución, y también puso en marcha la cátedra Elio Berhanyer.
Pero sin lugar a dudas, una de las claves de la actual situación del Citta está en la financiación, que como recordaba Pablo Ruiz, procedía en su mayoría de subvenciones de fondos europeos, la Junta --generalmente a través de la Agencia Idea--, y en menor parte de aportaciones de los patronos que conformaban la fundación que gestionaba el centro. De ahí que Ruiz añadiera que cuando a partir del año 2011-2012 la Junta dejó de pagar estas subvenciones, “se produjo un frenazo importante en la financiación de Citta”.
Situación que ha provocado, como así ponía de manifiesto el edil popular, “que poco a poco, aquella panacea, aquel centro de referencia del textil se vaya desmantelando, llegando a un proceso progresivo de venta de mobiliario, maquinaria, e incluso de un vehículo del que disponía el Citta”, apuntando que de los 10 trabajadores con los que llegó a contar el centro de 2007 a 2010, se ha pasado en la actualidad a una única empleada, “que a duras penas cobra su sueldo”.
Ahondando más en tema, Ruiz no dejó de lado dos de las “problemáticas” que se han ceñido sobre el centro desde sus primero días, como son los distintos gerentes con lo se ha contado, “no afianzándose ninguno de ellos en el puesto”, y especialmente el haber contado la fundación que gestionaba la fundación que regía el centro con un presidente “político”, siendo éste, a juicio de Ruiz, “uno de los errores más graves, ya que en otros centros el presidente, la cabeza visible, ha sido un empresario, ya que el político, a veces, carece de conocimientos de gestión y sobre todo, a veces genera una falta de confianza en el  resto de empresarios, que por esa cuestión no apuestan por el centro”.
De ahí que Pablo Ruiz se mostrara convencido de que el Citta “puede resucitarse” vuelva a tener actividad, como así han trasladado varios empresarios que han presentado un proyecto “bastante interesante”, como así lo calificaba el edil.
Proyecto al que ahora se une la PNL presentada en el Parlamento andaluz y en la que, como apuntaba Miguel Ángel Torrico, se solicita que la Junta tramite y revuelva lo antes posible los expedientes de solicitud de subvenciones de los proyectos presentados por la fundación CITTA, y que llevan varios años esperando respuesta, procediendo a su abono e ingreso urgente, “del que depende la continuidad de esta entidad”.
Igualmente y a instancias del grupo parlamentario del PP, la PNL incluye la realización de una auditoría económica externa, como otra que englobe aspectos más allá de los puramente económicos, como es un informe de gestión, “para conocer de primera mano la situación real de la actividad de Citta a día de hoy y qué es lo que necesita para ser un instrumento útil y eficaz para los empresarios del sector textil”, añadía Torrico.