La Red Social de Inmigración, integrada por distintas entidades y colectivos, se encarga de su funcionamiento
Rafael Cobo Calmaestra
Lunes 18 de diciembre de 2017 - 20:12

La Red Social de Inmigración de Priego, creada en el otoño de 2009 con la finalidad de cubrir la atención de un mayor número de usuarios y aprovechar los recursos existentes, aglutinando las actuaciones destinadas a la mejora de la calidad de vida de los inmigrantes que acceden a nuestra localidad con motivo de la campaña de recogida de aceituna, ha puesto en marcha un año más sus servicios.

En concreto, desde el pasado 12 de diciembre, las entidades que la integran, la Fundación Arjona Valera, Lugarsur, Cruz Roja, Cáritas Interparroquial, Fundación Mármol, Centro de Salud y Servicios Sociales del Ayuntamiento, trabajan para atender las necesidades de este colectivo durante una campaña que se prevé corta, siendo en estos momentos, como así indicaba la presidenta del Área de Bienestar Social del Consistorio prieguense, Paqui Mantas, “19 personas las que están siendo atendidas en el albergue Betania, todos hombres, de nacionalidad marroquí y argelina”.
En lo que respecta a los servicios que la Red Social de Inmigración volverá a ofrecer durante esta nueva campaña, Mantas hacía referencia a que la información, valoración y orientación se ofrecerá desde Servicios Sociales, que también se hará cargo de las prestaciones económicas de carburante, transporte y farmacia.
El alojamiento, pernocta y cena caliente se ofrece en el albergue Betania, gestionado por la Fundación Mármol, haciéndose Cruz Roja cargo del servicio de apoyo en la alimentación y asistencia primaria en los asentamientos. Por su parte, Cáritas asume el ropero, la asociación Lugarsur el asesoramiento jurídico, y el Centro de Salud la información asistencial sanitaria.
Por su parte José Luis Serrano Ceballos, director de la residencia de la Fundación Mármol, indicaba que desde el año 2006, “se está ofreciendo alojamiento a los trabajadores inmigrantes temporeros, a los que además se ofrece un lugar donde asearse así como una cena caliente y un desayuno”.
Igualmente, Serrano hacía referencia al empleo que se genera con la puesta en marcha de este servicio, ya que como añadía, “durante la campaña, en este caso de unos dos meses de duración, se contratan a tres personas, que se encargan del funcionamiento del albergue”.
En lo que respecta al asesoramiento jurídico de estos inmigrantes temporeros, Rafael Yébenes Almirón, asesor jurídico de la fundación Lugarsur, ponía de manifiesto la importancia de este servicio,  “porque siempre se da la circunstancia de que hay personas alojadas en el albergue, que en algunas ocasiones carecen de autorización de trabajo y residencia, lo que les impide que trabajen”. De ahí que desde Lugarsur, como así apuntaba, “intentamos ayudarles a regularizar su situación administrativa, para que los empresarios no estén sujetos a ningún tipo de sanción por parte de la administración”.
Igualmente, Yébenes hizo alusión a la charla formativa que se impartirá a las personas que se alojan en el albergue Betania, en función de las necesidades que se planteen, así como las citas individualizadas que se atienden todos los miércoles de 6 a 9 de la tarde, en las oficinas con las que cuenta Lugarsur en la sede de Feras.

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