Los ediles del PP de Priego, Luis Miguel Carrillo y Javier Ibáñez, han puesto en duda que el equipo de gobierno del Consistorio prieguense hubiese mantenido reuniones con los vecinos de la zona de El Calvario y de la hermanad de los Dolores, para consensuar la actuación que se ha realizado en dicho enclave.
Así lo han indicado esta misma mañana en El Calvario, en una comparecencia ante los medios en la que ambos han señalado que no están en contra de que se haya realizado una mejora tanto en la explanada como en las calles adyacentes, sino en la manera en la que se ha realizado.
En este sentido, Carrillo apuntaba que cuando por parte del equipo de gobierno se indica que las obras se han consensuado con los vecinos y la hermandad, “no tenemos constancia de que se haya celebrado ninguna reunión con los vecinos”, pese a ser una actuación muy demandada, debido a las molestias derivadas del polvo generado por el tipo de pavimento que existía, a base de grava.
De ahí que, pese a que esta mejora era necesaria, Carrillo afirmaba el desacuerdo del PP con que en un lugar tan emblemático de Priego como es El Calvario, “no es ni mucho menos lógico que tengamos un mosaico de adoquines, hormigón, empedrado, y fratasado”, haciendo hincapié en que al grupo de la oposición, ”como es habitual en el actual equipo de gobierno, no se nos ha pedido opinión, y para ellos, que son tan garantes de la participación ciudadana, de consensuar las cosas, El Calvario no se merece una encuesta, una consulta ciudadana”, añadía Carrillo.
Por otra parte, el edil popular se mostraba categórico al indicar que la hermandad de los Dolores, “podrá opinar sobre el estampado del hormigón, pero El Calvario es de Priego y es un lugar lo suficientemente emblemático como para que esta actuación se hubiera hecho con el consenso adecuado y con una mínima estética”, por lo que para Carrillo, “la participación ciudadana, de la que tanto hace gala el equipo de gobierno, hay que demostrarla, y así no se hace participación, además de marginar al PP”.
En cuanto al planteamiento del PP, Carrillo ponía de manifiesto que se debería haber continuado en toda la explanada el empedrado de la calle Estación uniéndolo con el empedrado y adoquinado de las escaleras, alternando franjas de adoquín con empedrado, e incluso hormigón fratasado, disimulado para que toda la zona tuviera una unidad estética.
Mucho más categórico en sus afirmaciones fue Javier Ibáñez, para el que esta obra, “es la demostración de una chapuza más de la que nos tiene acostumbrados el equipo de gobierno”.
Según adelantaba el edil del PP, se han puesto en contacto con la hermandad, “para ver si realmente han sido ellos los que han decidido todo ésto”, en relación al resultado final de la intervención, afirmando que la hermandad le indicó que en su día, “se reunieron y lo que ellos proponían era que fuera un empedrado o una mezcla entre empedrado y adoquín, para que se mantuviera la estética del entorno”.
Para Ibáñez, El Calvario, “no es un parque como otro cualquiera, tiene otro significado, otras connotaciones para miles de personas”, señalando que el equipo de gobierno, “va con las medias verdades, que son medias mentiras”, añadiendo que a la hermandad, “no se le planteó que fuera hormigón u otro material, sino que se lo dieron hecho, y ante la posibilidad de que fuera liso, la hermandad dijo que era una locura y habría que hacer algún tipo de dibujo para evitar que el pavimento se resbalara”. Por lo tanto, según Ibáñez, “no ha sido la hermandad la que ha planteado que se pavimente con hormigón, sino que han sido ellos, el equipo de gobierno-- por su cuenta sin contar con nadie”.
Por último Ibáñez apuntaba que si en su día Tomás Delgado dejó su sello para siempre “cargándose” la Fuente del Rey, “el señor Mármol no se quería volver a su Lucena natal sin haber dejado su sello y haberse cargado El Calvario”.