Valoración de la septuagésimo segunda edición del ciclo escénico estival
Rafael Cobo Calmaestra
Viernes 9 de agosto de 2019 - 18:42

Recuperar el prestigio del Festival Internacional de Música, Teatro y Danza adecuándolo al siglo XXI. Este es el reto que se ha marcado el equipo de gobierno del Consistorio prieguense tras la celebración de la septuagésimo segunda edición, en la que muchos espectáculos han contado con una afluencia de público que en nada se corresponde con el caché de los mismos.

Así lo han adelantado esta mañana en rueda de prensa la alcaldesa de Priego, María Luisa Ceballos, y la presidente del Área de Cultura, Jezabel Ramírez, en la valoración que han realizado de la cita escénica estival, que como recordaba Ceballos, “todo estaba acordado y contratado por el anterior equipo de gobierno”, respetándose los acuerdos suscritos, “y hacer todo lo posible para obtener los mejores resultados e intentar no poner ninguna piedra en el camino para que el Festival luciera lo mejor posible”, señalaba la alcaldesa.
Según Ceballos, el objetivo del equipo de gobierno, “es recuperar el prestigio del Festival, con una visión global, haciendo un planteamiento desde la primavera y hasta otoño, en el que podamos realizar un programa general de todos los eventos culturales del verano”.
En esa apuesta por la calidad, la Alcaldesa advertía que, “no podemos perder de vista que vivimos en el siglo XXI, en el que el planteamiento debe ser muy diferente desde el punto de vista publicitario, la venta de abonos o la reserva de localidades”, incidiendo que se trabajará para conseguir que el Festival esté completamente conformado en el primer trimestre del año, intentando que la documentación previa e incluso la publicidad esté preparada en el último trimestre del año, trabajando igualmente y mejorando en la venta online, “de forma que cualquier persona pueda adquirir sus localidades desde cualquier punto del planeta”.
Por otra parte, Ceballos reconocía el desequilibro que en esta edición ha existido en lo que a la calidad de los espectáculos programados se refiere,  afirmando que el llamado festival en la calle, “no ha estado a la altura”. Igualmente, la alcaldesa ponía de relieve que no ha existido un equilibro en las dotaciones económicas, poniendo como ejempo que un espectáculo como la representación de Carmina Burana tuviera una aportación de 3.000 euros, mientras que el pasacalles inaugural supusiera  un importe de 7.000 y otros espectáculos de calle casi 6.000 euros.
Junto a estas mejoras, Ceballos adelantaba que otra de las cuestiones en las que se trabajará de cara a la próxima edición es en que el público de las aldeas tengan la posibilidad de desplazarse a Priego y disfrute de una reducción en el precio de las localidades de los espectáculos, reiterando que el objetivo es trabajar, “por un festival renovado, que tenga una relación directa entre la nueva época de modernidad y la tradición, y volver a recuperar un evento escénico desde la calidad con tiempo suficiente para su promoción”.
Por su parte Jezabel Ramírez destacaba que se encontraron un festival cerrado, “en el que sólo con los cachés de las actuaciones ya se había superado el presupuesto del Festival en más de 7.000 euros, con algunas partidas vinculadas al Festival superadas, a lo que había que añadir los gastos necesarios para poder realizar correctamente el Festival”.
Gastos extras que según la presidenta del Área de Cultura, han provocado que se lleve a cabo una modificación de crédito de las partidas de cultura, “ya que de otro modo sería imposible llevar a cabo cualquier evento cultural de aquí a final de año”.
Continuando con el aspecto económico, Ramírez ponía incidía en el desequilibrio económico existente entre los cachés o aportaciones para los distintos eventos y la afluencia de público, poniendo como ejemplos gráficos los 3.000 euros de aportación municipal para la representación del Carmina Burana, a la que asistieron más de 1.000 personas, frente a los 24.150 euros que supuso el concierto de David de María, al que asistieron unos 400 espectadores, los 19.545 euros de la obra de teatro Perfectos Desconocidos, con una asistencia de 263 espectadores, los 7.000 euros de pasacalles inaugural o los 5.000 euros del circo en la calle.
En lo que respecta al coste de otras actuaciones, Ramírez indicaba que El lago de los cisnes, con una aportación municipal de 3.400 euros, pero con la taquilla para la empresa, contó con una asistencia de 201 espectadores, pese a los elevados precios de las localidades (26,50 euros), el teatro en la calle contó con una aportación 1.815 euros más unos 200 euros de equipo técnico, el cuarteto de clarinetes Quatrenette unos 1.000 euros, y la actuación de Carlos Andreoli 700 euros, estas dos últimas celebradas en las aldeas de Esparragal y El Cañuelo respectivamente.
Una “amalgama de contratos”, que como gráficamente expresaba Ramírez, “ha imposibilitado realizar el abono de temporadas anteriores, lo que ha ido en detrimento de la asistencia de público, que en la mayoría de los casos no se ha correspondido con el coste de las actuaciones”.
De ahí que como conclusión, la responsable de Cultura reseñara que el equipo de gobierno trabajará por mejorar el Festival Internacional, cuyo coste de este año ha alcanzado por el momento los  80.178 euros, a falta de varias facturas aún por contabilizar, habiéndose recaudado únicamente unos 10.000 euros, por lo que con los 20.000 euros que aporta la Diputación , el coste para el Consistorio ha superado los 60.000 euros.

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