Jorge Moreno junto al equipo de voluntarios. (Foto: José Pedrajillas)

Me gusta empezar las publicaciones con una frase de película, pero esta vez no, porque esto ha superado al mejor de los guiones.

Más de 1000 dorsales, 500 pulseras y demás donaciones para una causa solidaria, que ningún niño se quede sin material escolar en esta extraña y dura vuelta al cole que tenemos a la vuelta de la esquina.

Hace 3 años se te quedó esa espina clavada de no concluir el Ironman de Vichy, pero cuando una puerta se cierra se abre una ventana de oportunidades.

Y en un año poco agraciado necesitábamos una alegría. Has elegido un buen momento para que ese run run en tu cabeza por haber dejado algo sin completar haya dejado de sonar para siempre, así que reto conseguido y sueño cumplido.

El reto comenzó a las 07:00 de la mañana con 3800 metros a nado en el pantano de Iznajar, para continuar con 180 kilómetros pasando por las maravillosas 14 localidades de la Subbética y para concluir una maratón que si de por si ya es dura, ni imaginar con todo esto a las espaldas.  

Hubo momentos en los que fue complicado convencerte de que terminarías y tuvo que aparecer un ángel, tu mujer Ana, y llevarte en volandas junto al resto del grupo.

Y a eso de las 23:00 se produjo el momento por todos esperado, la llegada a meta, tan épica como se esperaba o quizás más. 

Siempre hubo gente acompañándote en este largo camino a nado, bicicleta y a pie, y mientras tú piensas que sin ellos no hubiese sido posible, todos estamos de acuerdo en que sin tu coraje, fuerza, garra y también algo de cabezonería nada de esto sería posible.

No habrá sido fácil, pero SubbéticaMan ya es una realidad. Tras un largo verano de entrenamientos, reuniones... compatibilizados con llevar adelante casa, trabajo y un bebé de 11 meses al que le están saliendo los dientes.

El pequeño Alonso estará muy orgulloso de su padre cuando tome conciencia de lo que has conseguido, al igual que lo están tus padres, tu esposa, el resto de tu familia y amigos que hemos estado apoyándote al máximo.

Y todo ello conseguido cerca de casa, para que luego digan que nadie es profeta en su tierra.