Imaqen de la marquesina sobre el tejado. (Foto: Cedida.)

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Susto morrocotudo el que se llevó una familia la pasada semana cuando un fuerte remolino de aire arrancó de cuajo la marquesina de su casa y la elevó hasta el tejado, provocando importantes daños en la vivienda.

Una tolvanera, que comúnmente se confunde con un tornado, aunque su formación es similar a éstos, se originó el pasado viernes en torno a las cuatro de la tarde en el paraje conocido como Fuente María Baja, con una intensidad poco habitual y en pocos segundos arrancó de cuajo la marquesina de una vivienda, elevándola hasta el tejado.

El fuerte impacto de la instalación contra el tejado, provocó que varios cascotes cayeran a la parcela anexa, por fortuna sin daños personales. El estruendo fue tal, que los vecinos creyeron en un primer instante que podría tratarse de la deflagración de una bombona de butano.

Como han comentado los propietarios de la vivienda, estos fenómenos se producen de forma habitual por la zona, elevando al cielo polvo, papeles e incluso algunas hortalizas, pero nunca con la virulencia con la que actuó la sufrida la pasada semana.


 

Estos remolinos, que se conocen también como diablos de polvo, se forman cuando el aire caliente cercano a la superficie se eleva a través de un aire más frío que está justo encima. Si las condiciones son favorables, la corriente ascendente empieza a girar gracias al efecto de Coriolis, relacionado con la rotación terrestre.

La mayoría suelen ser pequeñas y efímeras, aunque algunas pueden elevarse más de 1 kilómetro y generar rachas de viento de más de 100 km/h. En la mayoría de las ocasiones, aparecen en días calurosos y soleados sobre terrenos secos y polvorientos. han llegado a elevar hasta más de 1 kilómetro, generando vientos que pueden alcanzar entre 100 y 120 km/h.