CULTURA | Patrimonio
Una filtración ajena al templo provoca un daño estructural en una de las pilastras de la iglesia de Nuestra Señora de la Aurora
En estos momentos se está realizando un proyecto de intervención urgente.
Lunes 12 de junio de 2023 - 10:21
Desde el pasado 10 de mayo la iglesia de Nuestra Señora de la Aurora y San Nicasio se encuentra cerrada al culto y a las visitas debido al peligro de desprendimiento de algunas yeserías.
Así lo ha indicado la Junta de Gobierno de la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Aurora y San Nicasio en un comunicado publicado en sus redes sociales, en el que se indica que la hermandad de gloria, junto al consiliario de la misma, se han puesto en contacto con Departamento de Gestión Patrimonial de la Diócesis, que han visitado en varias ocasiones el templo.
Según se indica desde la propia hermandad, “existe un daño causado por una filtración de agua ajena a la iglesia que ha afectado a la pilastra izquierda de la iglesia justo antes del presbiterio, junto a la imagen de San Pedro, causando dicha filtración daño estructural”.
El citado comunicado la hermandad señala que en estos momentos, “los técnicos están realizado un proyecto de actuación urgente para la restauración de la zona afectada”, solicitando al mismo tiempo la colaboración económica para hacer frente a esta intervención, poniendo a disposición de las personas que deseen realizar su donativo el número de cuenta ES90-0237-0055-8091-53282515.
La iglesia de Nuestra Señora de la Aurora, antigua ermita de San Nicasio, ubicada en uno de los extremos de la Carrera de Álvarez, en el conocido como Barrio de la Cruz, tiene su origen en el siglo XV, siendo reformada y adquiriendo su aspecto actual en el siglo XVIII por Juan de Dios Santaella.
Su planta es rectangular, presentando la bóveda con cinco tramos de medio cañón con ventanas y una cúpula de media naranja sobre pechinas en la cabecera. Los tramos de la bóveda se proyectan al suelo por medio de pilastras en las que se sitúan las tallas en yeso de San Pedro, San Pablo y los cuatro Evangelistas.
En el interior, resulta difícil encontrar un espacio libre debido a la exuberante decoración barroca que presenta, que cubre la cúpula y bóveda distribuyéndose también alrededor de las ventanas. En ella se mezclan molduras geométricas, motivos vegetales y con abundancia de ángeles de medio cuerpo, remarcado todo por una franja de color azul.