CULTURA | Patrimonio
Campaña de donativos para restaurar la ermita de la Aurora
La empresa Gestión y Restauración del Patrimonio Histórico, SL será la encargada de llevar a cabo la intervención.
Martes 18 de julio de 2023 - 19:11
La Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Aurora y San Nicasio ha puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos destinados a la restauración de la ermita en la que tiene su sede, cerrada al culto y a las visitas desde el pasado 10 de mayo, debido al peligro de desprendimiento que presentaban algunas yeserías.
Como se indica en la web Diócesis de Córdoba, la empresa Gestión y Restauración del Patrimonio Histórico, SL será la encargada de llevar a cabo la intervención, que contempla la conservación, restauración y desmontaje del retablo lateral, protección y cosido en las yeserías y la consolidación de la pilastra afectada.
Con la actuación se persigue garantizar la conservación y frenar el deterioro material de estas yeserías, por su valor histórico, técnico y cultural, para lo que será necesario una serie de tratamientos específicos compatibles con los originales y de comprobada reversibilidad, lo que obligará a que el proyecto se realice en dos fases.
Como en su día indicó la propia Hermandad, los daños se han originado por una filtración de agua ajena al templo que ha afectado a la pilastra izquierda de la iglesia justo antes del presbiterio, junto a la imagen de San Pedro, causando dicha filtración daño estructural.
Tras el proyecto técnico realizado con carácter de urgencia para proceder a su restauración, la cuantía económica del mismo ha obligado a la Hermandad a solicitar la colaboración económica para hacer frente a esta intervención, poniendo a disposición de las personas que deseen realizar su donativo el número de cuenta ES90-0237-0055-8091-53282515, o a través del código Bizum 5993.
La iglesia de Nuestra Señora de la Aurora, antigua ermita de San Nicasio, ubicada en uno de los extremos de la Carrera de Álvarez, en el conocido como Barrio de la Cruz, tiene su origen en el siglo XV, siendo reformada y adquiriendo su aspecto actual en el siglo XVIII por Juan de Dios Santaella.
Su planta es rectangular, presentando la bóveda con cinco tramos de medio cañón con ventanas y una cúpula de media naranja sobre pechinas en la cabecera. Los tramos de la bóveda se proyectan al suelo por medio de pilastras en las que se sitúan las tallas en yeso de San Pedro, San Pablo y los cuatro Evangelistas.
En el interior, resulta difícil encontrar un espacio libre debido a la exuberante decoración barroca que presenta, que cubre la cúpula y bóveda distribuyéndose también alrededor de las ventanas. En ella se mezclan molduras geométricas, motivos vegetales y con abundancia de ángeles de medio cuerpo, remarcado todo por una franja de color azul.