El secretario general de la patronal agraria en Córdoba, Miguel Cobos, analiza las reivindicaciones en las que se basan las protestas del campo.
Rafael Cobo Calmaestra
Viernes 23 de febrero de 2024 - 17:49

El secretario general de UPA Córdoba, Miguel Cobos García, ha realizado un llamamiento para que la tractorada por la supervivencia del campo, convocada en la provincia por las distintas organizaciones agrarias y la cooperativas para el próximo 27 de febrero, supere la celebrada hace ahora cuatro años.

En una comparecencia ante los medios, Cobos indicaba que la idea es que el próximo día 27, “los tractores de los municipios se agrupen en las cooperativas, y de allí salgan en caravana en dirección el campo de fútbol de Lucena y alrededores”, esperando que se repita lo sucedido el 14 de febrero de 2020, cuando se contabilizaron más de 5000 vehículos.


Como señalaba Cobos, “no estamos demandando nada nuevo”, indicando que una de las principales reivindicaciones en estos momentos es la relacionada con las inversiones en infraestructuras hidráulicas y la modernización de estas, así como la flexibilización y simplificación burocrática en las autorizaciones para acometer pequeñas infraestructuras, y un mayor aprovechamiento de las aguas depuradas para riego.


Por otra parte, el secretario general de UPA Córdoba hacía alusión a la competencia con otros países, defendiendo que todo producto que entre de fuera, debe cumplir los mismos requisitos, al menos medioambientales y fitosanitarios, que se exigen a los que se producen en nuestro país, ya que como añadía, “el requisito social es bastante complicado de cumplir”.


En relación a la PAC, Cobos hacía alusión a que su aplicación, “se ha complicado de una manera extraordinaria”, afirmando que a los agricultores se les exige más con el mismo dinero, “porque no se ha tenido en cuenta el IPC lo que supone una pérdidas del 15% en cada período”.


Igualmente, el dirigente de UPA ponía sobre la mesa los prejuicios que ha provocado la tasa plana que se aplica al olivar, “ya que cobra todo el mundo igual, independientemente de lo que se tenga de pago básico”.

En cuanto a la Ley de la cadena alimentaria, Cobos solicitaba que se arbitraran los mecanismos necesario para su efectiva aplicación, ya que como ponía de relieve, “se sigue vendiendo por debajo del coste de producción, cuando precisamente la Ley pretendía evitar que los precios se configuren de arriba abajo, cuando debería ser al contrario”. 


Por último, Miguel Cobos hacía alusión a la implicación de la administración autonómica en cuestiones como los seguros agrarios y la apuesta decidida por la incorporación de los jóvenes al mundo agrario garantizando con ello el relevo generacional. 

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