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Armando Alemán Subirán, primer prieguense en disputar unos Juegos Olímpicos
Fue un militar y farmacéutico nacido en Priego en 1904, compitió en 1928 en Amsterdam, dentro de la especialidad de esgrima
Lunes 14 de mayo de 2012 - 12:55
Histórica ha sido la clasificación de Carlos Machado para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, confirmando algo que ya sabíamos, y es que a todas luces, el jugador del CajaSur Priego es el mejor deportista prieguense de todos los tiempos.
Campeón de España en todas las categorías, ha jugado europeos, mundiales, se ha metido entre los 100 mejores jugadores del mundo, ha competido en Europa con su equipo, ha sumado a su palmarés varias Copas del Rey con el CajaSur Priego y está a una sola victoria de alzarse con lo que sería su primera liga.
Y este fin de semana ha sumado a su larga y exitosa trayectoria el estar presente en unos Juegos Olímpicos, que no Olimpiada, ya que este término da nombre al periodo de cuatro años existente entre unos Juegos y otros.
Pero siendo justos con la historia, Carlos Machado no será el primer prieguense olímpico, sino el segundo.
El privilegio de ser el primer prieguense en competir en unos Juegos Olímpicos lo tiene un desconocido para la gran mayoría, como es Armando Alemán Subirán.
Gracias a la investigación de Fernando Arrechea, que ha sacado a la luz la historia de cuatro cordobeses que fueron olímpicos en la primera mitad del pasado siglo XX, hoy podemos saber que Armando Alemán Subirán nació en Priego de Córdoba el 11 de septiembre de 1904, siendo el primer prieguense que disputó unos Juegos.
Alemán, natural de Priego, hizo carrera en el ejército y fue un oficial farmacéutico de larga carrera (Marruecos, Melilla, Oviedo, Mahón, Barcelona) y sufrió un juicio militar en Palma de Mallorca por "auxilio a la rebelión" al finalizar la guerra, del que resultó absuelto. Contrajo matrimonio en Sitges (Barcelona) en 1933 con Rita Mila Vilas, falleciendo el 21 de enero de 1995 en Barcelona.
Armando Alemán compitió en los Juegos Olímpicos de 1928 en Amsterdam, dentro de la especialidad de esgrima, más concretamente en florete. Su participación no fue brillante, ya que acumuló siete derrotas en la primera fase de grupos, quedando por tanto eliminado.
Posteriormente siguió vinculado a la esgrima en Barcelona como tirador, entrenador y juez hasta bien entrados los años 60.
Es por ello y sin desmerecer ningún mérito a Carlos Machado, que el honor de ser el primer prieguense olímpico recae en este militar y farmacéutico, que como muchos, nació en Priego de Córdoba y por circunstancias de la vida, vivió el resto de su vida alejado de su ciudad natal.