La huerta, como motor económico de Cabra, centra una nueva edición de la Escuela de Verano, un programa habitual en época estival desarrollado por el Consistorio egabrense, que además de ser una iniciativa lúdica y educativa, permite a las familias seguir desarrollando su actividad laboral en el periodo vacacional de sus hijos.
En la apertura de la edición de este año, el primer edil egabrense, Fernando Priego, incidió en la necesidad de atender la demanda de las familias de ampliar los horarios en próximas ediciones, que actualmente es de 10:00 a 13:00 horas, a lo largo de seis semanas.
Además del aspecto lúdico, la Escuela de Verano posee un matiz educativo, con actividades lectivas y de repaso, además de inculcar valores básicos en los más pequeños, que les ayuden a lo largo de su vida.
La actividad se desarrolla en los centros educativos de la localidad y en el núcleo rural de Huertas Bajas, contratando a 12 monitores, beneficiándose de la misma en torno a 225 escolares.
La apuesta por recuperar la huerta tradicional de Cabra, ha incidido en que ésta sea el eje central de la escuela, para fomentar y darla a conocer a los más pequeños, así como incentivar el consumo de frutas y verduras.