Imagen de la expedición. (Foto: Cedida) (Foto: Cedida)

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El  pasado día 29 de agosto regresaron a Priego de Córdoba los últimos componentes del Grupo de Exploraciones Subterráneas de Priego (GESP) que formaban parte de una expedición espeleológica, que tuvo como objetivos el levantamiento topográfico del cañón de río Kelaa, en el parque nacional de Talassemtane; y la localización de cavidades en la zona superior de la cueva Mala Abladir, en el Jbel Chrafate (Cherafat, Bab Taza).

La expedición estuvo compuesta por cuatro espeleólogos del GESP, Fernando Ceballos, Raúl Montes, Jorge Mérida y Fernando Rodríguez.  Salieron hacia el Rif el día 22 de agosto y los últimos regresaron en la madrugada del día 29.

La aproximación a la cabecera del cañón del río Kelaa tuvo lugar tras una marcha de cuatro horas hasta las inmediaciones de un pueblo de montaña llamado Tauroarte.  Desde el sendero que lleva a dicha población el descenso se realizó con técnica alpina, debido a la inclinación de la ladera y a la densidad de vegetación, que hacían prácticamente imposible avanzar hasta el río por ese acceso.   Tras un corto recorrido por el desfiladero de este río, llegan a la parte final del primer tramo, que concluye en una cascada de 110 metros de desnivel, muy revestida de toba calcárea, y de espectacular belleza.   Ahora se abre el cañón en un río abierto, de varios kilómetros de recorrido, más propio de senderismo acuático que de barranquismo propiamente dicho, para llegar al tramo final del cañón, con verticales saltables de hasta ocho metros.  Es muy frecuente en sus riberas la compañía del macaco de Berbería (Macaca Sylvanus) que nos acompaña durante casi todo el recorrido.    Realizaron el perfil topográfico del cañón del río Kelaa, que junto con su ficha técnica será publicado próximamente en revistas especializadas de descenso de cañones y barrancos.

La cueva de mala Abladir se trata de una antigua surgencia que quedó colgada al descenso del nivel freático hasta donde se encuentra en la actualidad.   Espeleólogos del GES de Priego, estudiaron la cueva hasta el río subterráneo que transcurre en su interior.  Pero tiene la peculiaridad de que un sifón obstruye las galerías que llevan al río subterráneo.  Los espeleólogos prieguenses han superado el sifón solamente en dos ocasiones, y eso, contados en los años de mayor sequía en la zona.    Durante los trabajos para el levantamiento topográfico de la cueva los espeleólogos pudieron medir desde abajo una sima de unos cuarenta metros que desembocaba directamente en el primer sifón de la cueva. Los trabajos que en esta ocasión les han ocupado, consistieron en prospectar las partes altas de la cueva, para localizar bocas de acceso a simas que nos permitan el acceso a la cueva desde sus partes altas, completando así su estudio topográfico y su exploración.    En esta ocasión han batido la ladera Este del Jbel Akroud, explorando todos los accesos que encontraron, pero ninguno sin conexión posible con Mala Abladir.

 

Los espeleólogos del Grupo de Exploraciones Subterráneas de Priego de Córdoba, llevan varios años trabajando en solitario en el Rif Marroquí, y entre sus trabajos y estudios publicados, se encuentra el estudio topográfico de la Cueva Knadel-Berra y la cueva Mala Abladir; el perfil topográfico y ficha técnica del cañón del río Farda, y al que se le unirá este nuevo estudio del cañón del río Kelaa, que próximamente verá la luz.

Por último cabe agradecer al Excelentísimo Ayuntamiento de Priego de Córdoba el apoyo recibido en estas expediciones; y por supuesto a los espeleólogos prieguenses que han participado en ellas, que han demostrado siempre la preparación y capacidad técnica necesarias para expediciones de esta envergadura.