De 2009 a 2012, el número de personas atendidas por la entidad se ha triplicado ampliamente en la provincia, pasando de algo menos de 35.000 a más de 126.000
Redacción
Miércoles 8 de mayo de 2013 - 17:09

Las cifras relativas al último lustro que maneja Cruz Roja vislumbran un escenario marcado por la creciente y preocupante precarización social de la población cordobesa.

Prueba de ello es que, entre 2009 y 2012, el número de personas atendidas por la entidad se ha triplicado ampliamente en la provincia, pasando de algo menos de 35.000 a más de 126.000.  
Y dentro de la tónica general al alza, son las acciones incluidas dentro del Programa de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión –aquellas directamente vinculadas con la respuesta a situaciones de extrema necesidad- las que han experimentado un incremento más significativo en la cifra de usuarios, pues en el periodo antes referido se pasó de atender a 1.835 personas a hacerlo a más de 34.400.
Estas cifras visibilizan una nueva realidad económica: en los últimos años, el impacto de la crisis socioeconómica ha hecho que muchas personas, que hasta hace poco se encontraban en contextos socioeconómicos seguros, hayan entrado a formar parte de los colectivos atendidos por la institución humanitaria.
El mismo contexto es responsable de un agravamiento importante de la situación de las  personas vulnerables que ya participaban en los programas de Intervención Social de Cruz Roja Española.
El crecimiento del desempleo y la desigualdad social, así como  los índices de desprotección, generan una profunda preocupación  a la entidad, que destaca el aumento de la precariedad en importantes capas de la población y los riesgos de fractura social que conlleva.
Además de reforzar los programas habituales de atención social y de lucha contra el desempleo y la discriminación en el mercado laboral, desde 2008 se está desarrollando un esfuerzo cada vez mayor en la atención de emergencias sociales, a través de respuestas básicas como el reparto de alimentos, ropas y enseres, alimentación infantil, material escolar, y otras como el apoyo sociosanitario en asentamientos y núcleos deprimidos, el respaldo a personas sin hogar, los puntos de información sobre empleo gestionados por voluntariado, las ayudas económicas de carácter puntual, etc…
Se trata de ayudas de primera necesidad en ámbitos en los que la población está recortando gastos para poder llegar a fin de mes. Las situaciones de privación material (nutrición inadecuada, pobreza energética, incapacidad de hacer frente a imprevistos) afectan a una parte importante de la población que atendemos.
Más allá de las cifras hay personas, familias, infancia, jóvenes, mayores… que atraviesan situaciones muy difíciles y a las que Cruz Roja conoce de cerca e intenta dar respuesta gracias al compromiso cotidiano de las más de 15.300 personas en la provincia que, bien como socias (12.026) o como voluntarias (3.354) regalan parte de su dinero o su tiempo a la institución.
Por supuesto, el incremento de la respuesta de la organización frente a la crisis no sería posible sin la contribución de entidades públicas y privadas, y de sus socios y donantes.


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