Imagen de los trabajos realizados en la fuente. (Foto: Cedida) (Foto: Cedida)

La conocida como Fuente de la Salud de El Cañuelo se localiza en las inmediaciones de la aldea prieguense del mismo nombre y es una de las estructuras romanas más interesantes de todas las conservadas en el término municipal de Priego. 

Está formada por un estanque rectangular construido con sillería (opus quadratum) de gran tamaño, colocada a seco en origen, con muestras de almohadillado irregular. Las medidas interiores del vaso son 2,98m x 1,62m para una altura conservada de unos 2,26m. El sillar de mayor tamaño alcanza las ciclópeas dimensiones de 182cm x 50cm x 40cm, siendo el resto de menores proporciones (101cm x 58cm, 92cm x 48cm, etc). Su cronología se sitúa entre el siglo I a.C. y el II d.C., por lo que constituye un testimonio de arquitectura hispanorromana temprana de gran valor en el marco de la provincia de Córdoba. Actualmente, en la fuente sigue manando agua, tal como viene ocurriendo desde hace dos mil años.
En la antigüedad la obra estuvo cubierta por una bóveda de cañón hoy desaparecida, abierta por uno de los lados cortos mediante un acceso escalonado que todavía se mantiene. La fuente, según la historiografía, se hallaba enterrada a finales del siglo XVIII o principios del XIX, cuando se dejó al descubierto la parte que se mantenía soterrada. Debido a su ubicación en un lugar oculto, apartado de los caminos de paso habituales, no sería hasta 1994 cuando se pudo catalogar como monumento de interés arqueológico cuya existencia era desconocida hasta entonces por el Servicio Municipal de Arqueología (Museo Histórico Municipal).  
Desde ese año, han sido varias las actuaciones realizadas destinadas a posibilitar la conservación y puesta en valor de la fuente, sin que hasta hoy se hayan podido ultimar debido a las graves patologías que presentan algunos de los sillares que componen la obra, muy erosionados, con fisuras estructurales y pulverización de la arenisca madre.
Con el objetivo de seguir actuando en el objetivo señalado, el Museo ha programado este verano la realización de una intervención, autorizada por la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que ha insistido en los siguientes aspectos:

1) Consolidación de la sillería con silicato de etilo para paralizar, en lo posible, su arenización. Adhesión de fragmentos desprendidos. Rejuntado con mortero de cal. Aplicación de hidrofugante. Reintegración volumétrica parcial.

2) Eliminación de morteros de cemento modernos.

3) Limpieza del fango acumulado y eliminación de vegetación parasitaria, musgo y líquenes.

4) Tratamiento fungicida y herbicida.

5) Documentación volumétrica de la fuente, con tecnología láser, que permite obtener plantas, alzados y secciones de gran fiabilidad.

Una vez finalizados estos trabajos, en los que se está contando con la participación del restaurador de Bienes Culturales, David Asencio Padilla, y del Ingeniero Técnico especialista en documentación con tecnología láser, Diego García Molina, se está trabajando en el diseño de algún tipo de cubierta que pueda minimizar los efectos de la exposición a la intemperie del monumento.  
En definitiva, este yacimiento arqueológico es un testimonio singular de la gran riqueza y potencialidad del municipio prieguense en Patrimonio Arqueológico. El catálogo de yacimientos de Priego ya alcanza los 268, cantidad que supone una densidad de casi un yacimiento arqueológico por km2. Todo un reto para el cumplimiento del artículo 4.2 de la Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía que determina que “corresponde a los municipios la misión de colaborar activamente en la protección y conservación de los bienes integrantes del Patrimonio Histórico Andaluz que radiquen en su término municipal (…), así como realzar y dar a conocer el valor cultural de los mismos”.  En ello estamos.

(*) Arqueólogo Municipal-Director del Museo Histórico Municipal