Ya es la séptima marcha que realizamos y sabemos que este tema no mueve multitudes y no será por que la droga esté ausente de tantas vidas de jóvenes ni de sus familias. Pero con todo el dolor de mi alma he de reconocer y admitir que, a día de hoy, es evidente que la droga se ha ido socializando y haciendo que la consideremos como un mal que "está ahí" y que nada podemos hacer por evitarla.
Y ésto no es cierto, pero si lo es que siendo un mal evitable, no hemos sabido estar a la altura de las circunstancias.
Es un enemigo muy potente y nuestra pasividad le ha facilitado su avance de una forma absoluta.
Desde nuestra asociación hemos estado permanentemente tratando de informar y de formar (hay que decir que hemos hecho lo que hemos podido y lo que nos han dejado hacer, ya que no siempre nos abrieron las puertas para hacer nuestra labor).
Hemos informado con todos los medios a nuestro alcance, diciendo con claridad que la droga bocado que da no lo suelta y lo mejor es alejarse de ella.
Hemos intentado formar en valores a través de artículos y escritos varios, sobre todo, en las redes sociales y en nuestra web. El alcance y la efectividad es muy difícil de cuantificar. Pero siempre hemos procurado estar ahí.
Comunicar que esta es la última marcha a la que acudo como presidente de la asociación. No se aún cual será el futuro de esta. Pero lo que si es seguro es que yo dejo de presidirla. Es posible que yo haya sido el mayor lastre que esta haya tenido que soportar. A título personal mi lucha contra la droga no cesará mientras yo pueda hacerlo, pero ya desde otros ángulos y estando siempre a disposición de quien me necesite o me busque para algo. Al fin recupero mi total libertad y parte de lo que siempre fueron mis aficiones. Ya que he vivido los últimos años con exclusiva dedicación por y para la asociación. Quien me siga en las redes sociales y lea lo que escribo, no lo notará apenas, ya que como decía, mi lucha no cesará.
Que nadie se sienta aludido ni se moleste por lo que voy a decir. Pero a nivel planetario se oyen campanas de legalización. Y también se oyen en nuestro país, cada vez mas cercanas. Yo os digo que nunca os dejéis engañar por falsos cantos de interesadas sirenas. Quienes os quieran acercar la droga en nombre de una supuesta libertad, habéis de saber que os están mintiendo. Droga y libertad nunca pueden caminar unidas. Ni hay mayor esclavitud que ser victima de una adicción.
Que os oferten trabajo, cultura, dignidad y futuro, así si seréis libres. Pero si insisten en poneros bajo el yugo de la droga, yo, que jamás he incitado a la violencia, os recuerdo unos versos de alguien que murió defendiendo la libertad:
"Yugo os quieren poner
gente de la hierba mala.
Yugos que habéis de dejar
Rotos sobre sus espaldas".
Nunca olvidéis estos versos de Miguel Hernández y defended vuestra libertad sin violencia, pero sin miedo. "Ellos son la gente de la hierba mala". Y son "Ellos" quienes os quieren hacer esclavos. Drogas blandas no hay. Y la droga es lo peor que os puede salir al encuentro. La incineradora debiera ser el destino de tantas sustancias nocivas como os acechan. Y alejarlas siempre de nuestros jóvenes. Despejando, así, el negro futuro que se adivina.
Como cada año termino dedicándole un emocionado y merecido recuerdo a tantas victimas como la droga ha ido dejando en el camino. Pues victimas son los que perdieron su vida en los primeros albores de su juventud. Sea toda la paz y nuestro recuerdo para ellos. También somos victimas (y yo reivindico esa parte que me toca sin el menor rubor) quienes lloramos su prematura pérdida.