OPINIÓN | Agradecimiento
Esa fina línea que separa el “No puedo” del “Sí puedo”
21 kilómetros y 97 metros de gratitud
Martes 8 de diciembre de 2015 - 20:26
“Voy a intentar transmitir lo que siento, lo que pienso.
En un texto escrito a mi manera, de modo natural.
Volcando en él, las cosas tal como están en mi cabeza.
Al fin y al cabo, no hay otra manera de empezar.”
Haruki Murakami
En esta ocasión, la Media Maratón de Córdoba no se encontraba entre mis carreras, de hecho, no era mi carrera. Mi estado emocional no respondía a la exigencia de una distancia dónde la velocidad y la resistencia juegan un papel fundamental. Comprobé que aunque mis piernas respondían, mis sensaciones las frenaba. Ha sido un periodo muy duro, por varios motivos, y ello se vio reflejado en eternos días de nulos entrenos y profunda desmotivación.
Hoy, tras haber cruzado esa fina línea que separa, el Sí puedo del No puedo, solo me quedan palabras de agradecimiento.
Agradecimiento a un grupo de personas, que si algo he conseguido en esta carrera, ha sido gracias a ellos, a su paciencia, a su apoyo constante. Han creído en mí, cuando ni siquiera yo lo hacía. Va por todos y cada uno de ustedes, compañeros.
21 kilómetro y 97 metros de asfalto se disponían ante mí, zancadas a base de coraje, ilusiones y esperanzas encontradas; de objetivos alcanzados y por alcanzar; de días sin aliento y esfuerzo; de perseverancia y superación; era un asfalto marcado por un solo ritmo, el de mi corazón; por una sola distancia, las de mis piernas y un solo objetivo, el de mi mente: superar ese yo de ayer, y la determinación por alcanzar la meta, pero una meta, que no se llega superando a los demás sino superándome a mí mismo.
Un asfalto en donde cada zancada era un sentimiento de gratitud.
Una vez me dijeron: “si corres, corre sin parar, a tu ritmo y sembrando ejemplo, como los campeones”. Ejemplo que he encontrado en Javier Díaz Carretero, al que no me cansaré de llamar “Ídolo” por su gran capacidad de trabajo, superación y destreza; por su humildad y grandeza como atleta pero sobre todo como persona. Ante ti me rindo. Gracias.
A mi entrenador Salvador Lucena, Salva, por su paciencia y constancia en la preparación física pero sobre todo mental. Gracias.
A mis siempre amigos Yoyo, Jose Mari, Antonio José, Peri y Alberto por impulsar cada una de mis zancadas, a veces agotadas de avanzar y otras, con ganas de volar. Protagonistas de todos esos momentos inolvidables, de series infinitas y pesados rodajes. Gracias.
A Miguel Ángel, KeKe, especialmente a ti, faro imperturbable que nunca se estremece, de apoyo incondicional y desinteresado aliado en cada instante. Gracias.
A mi familia, a mi padre, Luis, a mi madre, Mercedes y sobre todo a mi hermana, Marta, por enseñarme lo que significa la verdadera fortaleza de la superación y el coraje. Gracias.
En una hora, ocho minutos y cuarenta y seis segundos (1:08:46) di fin a esos 21 kilómetros km y 97 metros marcados por la satisfacción, la superación, el trabajo en equipo, el compañerismo y sobre todo por una eterna gratitud a todos y cada uno de ustedes.
Gracias, gracias y gracias.
Así fue la Media Maratón de Córdoba 2015.