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El asfaltado de El Calvario abre una intensa polémica
Según el presidente del Área de Obras y Servicios, Juan Jesús Onieva, la actuación se ha realizado, "de mutuo acuerdo y a petición de los vecinos de la zona y de la cofradía de Los Dolores"
Lunes 14 de enero de 2019 - 18:53
El asfaltado de El Calvario, actuación que ha sido realizada con cargo al Plan Provincial de Inversiones Municipales Financieramente Sostenibles 2017, que asume íntegramente la Diputación de Córdoba, está generando en Priego comentarios de todo tipo entre los detractores y los que se muestran a favor de esta actuación.
Así, lo que para unos ha sido considerado como un “error tremendo, una barbaridad, y un gran destrozo”, con el que este emblemático paraje ha perdido “el encanto de una tradición”, quitándole toda “la solera y embrujo que tenía” al convertirlo en un parque, “al que le falta los bancos y los columpios para los niños”, para otros es una “acertada” respuesta a una demanda largamente planteada por los vecinos de la zona, cansados de las molestias que generaba el polvo de la explanada y el barro que se generaba cuando llovía.
En este sentido, el presidente del Área de Obras y Servicios del Consistorio prieguense, Juan Jesús Onieva, en declaraciones a Priego Digital, ha mostrado su sorpresa por las reacciones que ha generado esta actuación, máxime cuando, como así afirmaba, “se ha realizado de mutuo acuerdo y a petición de los vecinos de la zona y de la propia cofradía de los Dolores”, cuya sede se encuentra en la ermita de El Calvario.
Según Onieva, “se ha actuado en las calles adyacentes a la ermita, junto a los depósitos de agua, una zona que no estaba pavimentada”, indicando que se han cubierto unos 1.900 metros cuadrados, “con un pavimento antideslizante, a base de hormigón impreso en la parte central, mientras que en lateral, por donde circulan los vehículos, se ha colocado un hormigón fratasado”. En este sentido, el edil afirmaba que el dibujo del hormigón, “ha sido elegido por la propia hermandad de los Dolores y por los vecinos”, como prueba de que en todo momento se ha mantenido informados a los afectados por esta actuación.
Aprovechando esta actuación, el responsable del Área de Obras y Servicios indicaba que se han instalado las canalizaciones necesarias para la recogida de las aguas fluviales, “conduciéndose hasta el emisario principal de la calle Estación, con capacidad suficiente para la absorción de las aguas procedentes de esta zona”.
Para completar la actuación, cuyo presupuesto asciende a 72.466,03 euros, Onieva adelantaba que el Consistorio asumirá con financiación propia un sistema que permita acotar la explanada de la zona de ésta por la que circulan los vehículos, “mediante una serie de elementos que puedan retirarse cuando se realicen eventos en la zona como Semana Santa”.
Igualmente, el edil aprovechaba la ocasión para felicitar públicamente a la empresa prieguense que ha realizado la actuación, ya que como afirmaba, “han realizado un trabajo muy bien ejecutado”.
Cabe recordar que antes de esta ya “polémica” intervención, la explanada de El Calvario era sometida durante el año 1997 a una intensa transformación, en la que tomó parte la Escuela Taller Álvarez Cubero. En aquella ocasión se elevaron las cruces unos 30 centímetros, manteniendo su alineación anterior, nivelándose la zona para repartir mejor las aguas.
En aquella ocasión, el pavimento final consistió en un relleno de grava gorda y un acabado de arena gris mezclada con cal y apisonada, levantándose alrededor de la explanada un muro de unos 40 centímetros de altura, con el que se evitaba la pérdida de la arena de la explanada, colocándose sobre éste las antiguas farolas de la Fuente del Rey, con pedestal y fustes nuevos, realizados por el módulo de fundición de la Escuela Taller, diseñándose también una nueva cruz de hierro que fue colocada en un pedestal junto a la ermita.