El prieguense Manuel Jiménez Pedrajas ha sido el autor de los trabajos, financiados con el Programa de Protección y Conservación del Patrimonio Histórico de la Diputación
Rafael Cobo Calmaestra
Viernes 29 de marzo de 2019 - 18:18

El grupo escultórico de Neptuno y Anfítrite, una de las imágenes icónicas de Priego que preside la monumental Fuente del Rey, reluce con gran esplendor tras la restauración a la que ha sido sometido por el prieguense Manuel Jiménez Pedrajas.

La intervención, que se ha llevado a cabo con fondos de la Diputación de Córdoba procedentes del Programa de Protección y Conservación del Patrimonio Histórico, es un compromiso y una apuesta por la recuperación del patrimonio local, como así apuntaba el Alcalde prieguense, en la visita que en compañía del propio Manuel Jiménez y de la presidenta del Área de Cultura, Sandra Bermúdez, y los ediles de Urbanismo y Patrimonio, José González y David López, realizó este jueves a la Fuente del Rey.
Según Mármol, esta actuación no se queda aquí, adelantando que se va a solicitar una subvención para rehabilitar los mascarones de la Fuente del Rey, un espacio que como reconocía el alcalde, “cada año atrae a miles de personas y tenemos que cuidar entre todos”.
Por su parte, Bermúdez ponía de relieve que con la restauración ahora ejecutada, “se ha vuelto a recuperar el esplendor de las figuras, descubriéndose que las cartelas laterales del carro, que pudieran ser obras de la primera época de Álvarez Cubero”.
Igualmente, la responsable de Cultura indicaba que en esta fase también se ha conseguido recuperar la parte de la fontanería del grupo, agradeciendo el trabajo que desde octubre del pasado año ha realizado Manuel Jiménez.
El propio Manuel Jiménez fue el en cargado de explicar, las pautas que se han seguido en la restauración, destacando que el grupo, por su ubicación, está expuesto a bastantes agentes atmosféricos y a la acción continuada del agua.
Según Jiménez, “las patologías no se veían desde fuera”, indicando que los materiales empleados en las antiguas actuaciones a las que ha sido sometido el grupo, “han tenido que eliminar, sacar lo que quedaba de original, limpiar las piedras, y volver a colocarlas en su sitio”.
En este sentido, el restaurador hacía referencia a la actuación realizada en el relieve de la derecha, dedicado a Diana, en el que se han contado 16 trozos rotos pegados con resina, en algunos casos mal pegados., lo que hizo necesario sus desmontaje,  limpiado de las piezas y vuelta a pegar, reconstruyéndose algunos elementos que se habían perdido.
Pero sin lugar a dudas, como así destacaba Jiménez, el capítulo más importante de la actuación  ha sido la limpieza, haciendo alusión en este sentido a la existencia de concreciones que, en algunos casos, tenían hasta medio centímetro de grosos, durísimas, y sobre todo marrones, porque el agua de las tuberías arrastra al óxido que se ha ido acumulando en las concreciones dando un aspecto marrón al conjunto.
Para completar la actuación, Jiménez apuntaba que el acabado ha sido una protección de la piedra con un consolidante, dando cera en las partes bajas para que el agua resbale y no se acumule, manteniéndose el tridente y las cadenas originales, a los que se les ha dado un tratamiento para evitar que produzcan óxido.

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