Plantean a las familias del centro que sus hijos no entren a clase y que secunden esta medida reivindicativa
Rafael Cobo Calmaestra
Miércoles 9 de septiembre de 2020 - 10:14

El AMPA Haza Luna, del CEIP Cristóbal Luque Onieva, ha convocado para mañana jueves, 10 de septiembre, una cacerolada en el acceso al centro educativo, como medida de protesta ante el incumplimiento de las demandas planteadas para el inicio del curso escolar.

En un comunicado dirigido a las familias del colegio hecho público ayer martes en la red social Facebook, el colectivo de madres y padres hace constar su preocupación por la situación que estamos viviendo y por las medidas que se están tomando desde la delegación territorial de Educación, que consideran totalmente “insuficientes” para una vuelta segura de sus hijos a las aulas.


Según el AMPA, pese a la implicación del profesorado y del equipo directivo del colegio, “que ha enviado varios escritos a la delegación de Educación solicitando la incorporación inmediata de los maestros-as de baja en el centro”,  comunicando igualmente la elevada ratio con la que cuentan varios cursos y que impide cumplir con las medidas de seguridad establecidas por la autoridad competente en la materia, “no se ha tomado ninguna medida al respecto que mejore la garantía de una vuelta segura al cole”, afirmando que continúan los mismos problemas denunciados en su día.


Entre éstos, el colectivo de madres y padres del Cristóbal Luque Onieva hace mención a clases con una elevada ratio tanto en Infantil de 3, 4 y 5 años, como en 1º, 2º y 3º de Primaria, “que imposibilitan garantizar la distancia de seguridad en el funcionamiento diario del colegio dentro de las aulas”. Igualmente, hacen referencia a la “masificación” de la escuela matinal, “con pocos monitores que garanticen la adecuada atención”, así como la falta de sanitarios, de docentes que todavía no se han incorporado y  que por lo tanto no pueden planificar el inicio del curso, y de información sobre el funcionamiento del comedor por parte de la empresa que lleva a cabo el servicio en el centro.


Ante esta situación, el AMPA hace alusión al “abandono” que sienten y que no se corresponde con la preocupación existente sobre el inicio del curso, ya que afecta tanto a los alumnos-as como a todas las familias que se ven en riesgo, “por esta falta de medidas que garanticen una seguridad con la que las administraciones se habían comprometido”.


Igualmente, desde el AMPA Haza Luna se lamentan de la “falta de información” que las AMPA's han tenido al respecto por parte de las administraciones educativas, “que en ningún momento han contado con nosotros y que ha impedido poder organizarnos e informarnos con el tiempo suficiente”.
Por todo ello, en su escrito recogen el “malestar y desacuerdo” con la situación con la que se plantea el inicio del curso, demandando una educación presencial, “segura y de calidad en todos los ámbitos educativos”, al considerar que la educación, “es algo fundamental en la vida de nuestros hijos, pero la salud no lo es menos, y en este caso afecta de manera integral a toda la familia”.

Ante tales argumentos, el AMPA Haza Luna hace un llamamiento a todas las familias del colegio para unirse en un frente común, “que haga ver a la administración que sin la reducción del número de alumnos por clase en aquellas que sobrepasan los 20; que sin el personal sanitario necesario en el colegio; que sin la adecuación del número de monitores tanto en el aula matinal como en el comedor; y que sin unas medidas consensuadas con las familias del colegio, no es posible entender un inicio del curso seguro”.


Así, el AMPA Haza Luna propone realizar medidas para que se sus demandas “se oigan alto y claro”, planteando para ello que mañana jueves, 10 de septiembre, ninguno de alumnos-as entre en el colegio y en su lugar, la madres-padres se acerquen al centro educativo, “para hacer todo el ruido posible con una cacerolada que se oiga donde corresponda”. 


Iniciativa que plantean repetir todos los días hasta ver cumplidas unas demandas, que como concluye el comunicado, “nos parecen no sólo posibles y razonables, sino imprescindibles para un curso escolar presencial y seguro”.

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