Actuación realizada por el restaurador prieguense Manuel Jiménez Pedrajas
Rafael Cobo Calmaestra
Lunes 22 de marzo de 2021 - 18:31

El Consistorio prieguense ha dado a conocer los pormenores de la restauración a la que ha sido sometida la fuente ubicada en la plaza de Santa Ana, uno de los lugares más emblemáticos de la localidad al encontrase junto a la parroquia de la Asunción y en uno de los accesos al barrio de La Villa.

Varios meses de trabajo han sido necesarios para que esta fuente volviese a lo que se presupone fue su aspecto original, según apuntan todos las fuentes e indicios que han salido a la luz a lo largo del proceso de restauración, llevado a cabo por Manuel Jiménez Pedrajas.


En este sentido, la alcaldesa prieguense, María Luisa Ceballos, que visitaba esta mañana la fuente en compañía de la presidenta del Área de cultura, Jezabel Ramírez, del concejal de Turismo, Juan Ramón Valdivia y del propio Manuel Jiménez, en declaraciones a los medios indicaba que la actuación supone un avance desde el punto de vista patrimonial e histórico, recordando que en 2015, la asociación de vecinos de La Villa, planteó al Consistorio la posibilidad de intervenir en la fuente, habida cuenta de su deterioro.


Fue a partir de ese momento cuando, como así afirmaba Ceballos, “comenzamos a estudiar de qué manera actuar sobre los leones, nada más lejos de nuestra intención conseguir todo lo conseguido ahora”. Así, continuaba Ceballos, “a través de esa propuesta se realizaron unos primeros estudios de la intervención”, proceso que finalizaba con la autorización de la intervención de la delegación de Cultura y Patrimonio de la Junta, al encontrarse la plaza junto a un Bien de Interés Cultural como es el Sagrario de la parroquia de la Asunción, recibiéndose en octubre de 2020 la autorización.


Según apuntaba la alcaldesa, la intervención asciende a un total de 15.000 euros, añadiendo que para el equipo de gobierno, “la recuperación del patrimonio monumental es muy importante, iniciando en 2012 un proceso de intervención en el patrimonio de nuestra ciudad, ya que entendíamos que estaba muy deteriorado y que necesitaba una actuación urgente”, poniendo como ejemplo las intervenciones realizadas en el castillo o el entorno de la Fuente del Rey.


En esta línea, Jezabel Ramírez ponía de relieve que para el equipo de gobierno, “es un compromiso proteger nuestro patrimonio y fomentar el turismo”, destacando la impronta que Manuel Jiménez ha dejado en la restauración de la fuente, “que antes pasaba desapercibida y ahora será el foco de todas las miradas, convirtiéndose en un recursos turístico más ya que es una fuente monumental, recuperándose con ella nuestro patrimonio”.


En lo que a la actuación en sí se refiere, Manuel Jiménez señalaba que en 2014-201, “se planteó restaurar lo que había, los leones, que estaban cubiertos de cemento, sin cara”. Un deterioro que puede observarse en las fotografías históricas en las que, a su vez, se constata las distintas ubicaciones que ha tenido la fuente, como son la Carrera de Álvarez, la plaza del Llano y la plaza de Santa Ana.


En cada una de ellas, como así apuntaba Jiménez, la fuente ha tenido una fisonomía. Así, en la Carrera de Álvarez se tiene constancia de que, a finales del siglo XIX, ya contaba con el obelisco, mientras que, en esa misma ubicación aunque en este caso a principios del XX, el obelisco fue sustituido por el busto de virrey Caballero y Góngora, hoy ubicado en el Paseo de Colombia. Posteriormente  la fuente era trasladada a la plaza del Llano, frente al castillo, donde se coloca otro obelisco más bajo y ancho, volviendo a trasladarse en los años 70 del pasado siglo a su actual emplazamiento en la plaza de Santa Ana.


Según Jiménez, “lo que quedaba de fuente era poco, ya que los leones estaban prácticamente deteriorados, faltándole muchos trozos a la pieza de los leones, supliéndose con cemento las ausencias”.


De ahí que la primera intervención que se planteó consistía en eliminar ese cemento y recuperar la cara de los cuatro leones, reconociendo Manuel Jiménez que la pieza que estaba sobre los leones no ocupaba su sitio original, ya que como luego se constató, su primitiva ubicación era en la parte inferior, contando además con cuatro caños, que como adelantaba el restaurador, “vamos a recuperar, por lo que la fuente contará con 8 caños, como tuvo originalmente”.

 

Para la realización de las partes desaparecidas, Jiménez apuntaba que se ha utilizado piedra procedente de una cantera de la aldea de Zamoranos, utilizándose como modelo para la realización de los leones,  cuyos rasgos eran ya prácticamente inexistentes, un león de arenisca que hizo las veces de soporte de un púlpito y que se conserva en la cripta de la parroquia de la Asunción, de la misma época y posiblemente del mismo maestro que ejecutó la fuente.


Con el trabajo realizado, Manuel Jiménez añadía que se intentado reconstruir lo que había y recuperar lo que hubo, “siendo su aspecto actual el más parecido a lo que pudo ser la fuente en su origen, posiblemente el siglo XVI”, afirmando que aunque la fuente ha perdido en popularidad, “ha ganado en monumentalidad”.


Por último, apuntar que una vez finalizada la ya inminente Semana Santa, la fuente volverá a desmontarse, con la intención de completar los trabajos de restauración.

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