Maruja Entrena, viuda de Francisco Ibáñez Sotorres, como propietaria de los cinco cuadros, procedió a firmar el documento que corrobora la donación.
Rafael Cobo Calmaestra
Jueves 16 de marzo de 2023 - 18:11

El Museo Adolfo Lozano Sidro acogía el pasado martes el protocolario acto de donación de cinco obras del titular de la pinacoteca, propiedad de Maruja Encuentra Agüera, viuda de Francisco Ibáñez Sotorres, un gran conocedor y admirador del pintor prieguense.

Una donación que, como así indicó en el acto celebrado en una de las salas del museo el director del patronato Lozano Sidro, Miguel Forcada, supone un hecho excepcional en los más de 20 años de historia de la pinacoteca, “algo que no se había dado nunca, a excepción de la apertura del museo”, señalando que cuatro de ellas, en concreto Mujer con copa en la mano, Dos mujeresPatio de butacas y Bajo la sombrilla, estaban catalogadas, mientras que Gitana, “no estaba firmada y los expertos dudaban que fuera de Lozano Sidro”. Sin embargo, como así explicaba Forcada, “en los últimos días, casi sorprendentemente, hemos descubierto que en 1929 esa obra se publicó en la revista Blanco y Negro, lo que acredita y certifica que ese cuadro también es de Lozano Sidro”.


Forcada, que agradecía a Maruja Encuentra la donación, adelantaba que las cinco obras se expondrán en las salas del museo, colocándose junto a ellas una placa en la que se indicará el nombre de los donantes.


Por su parte, Maruja Encuentra no pudo ocultar su emoción, indicando que era su deseo que las cinco obras que donaba, “permanezcan para siempre en esta casa museo, ya que se trata de mi legado a Priego, mi pueblo”, añadiendo que realizaba esta donación, “en memoria de mi marido, Paco Ibáñez, y por mi propia voluntad, para que todas las personas amantes del arte las puedan ver y disfrutar”, recordando el amor que su marido sentía por el arte, “algo que llevaba en la sangre y sabía mostrar con maestría en cada uno de sus cuadros o fotografías”.

Finalmente, el alcalde de Priego, Juan Ramón Valdivia, catalogaba el momento como, “histórico, importantísimo para el museo, ya que hacía tiempo que no se producía una donación tan numerosa, algo que honra a la propia figura de Lozano Sidro, pero sobre todo habla bien de Paco y Maruja, dos filántropos de nuestro municipio”. 


En este sentido Valdivia expresaba su convencimiento de que esta donación, este gesto altruista, “sea motivador, sea un acicate para muchas de las personas que tienen obras de arte en propiedad, pero también para aquellas personas que puedan seguir colaborando con el arte y se conviertan en mecenas a través de aportaciones económicas”.

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