El cementerio municipal del Santo Cristo ha acogido esta tarde la inauguración de la escultura en recuerdo a los bebés nacidos sin vida, obra de la escultora Ana Heras Trocoli.
Impulsada por el Consistorio prieguense, la asociación andaluza de apoyo al duelo perinatal (Matrioskas) y la parroquia de la Asunción, la obra, ubicada en uno de los jardines situados a la izquierda de la capilla del camposanto, está realizada mediante la técnica japonesa del kintsugi, datada a finales del XV y que consiste en usar oro y plata para reparar las cicatrices o fracturas de una pieza cerámica. En ella, su autora ha reflejado como el bebé que estaba a punto de partir se funde en un abrazo con sus padres, dentro del vientre de la madre, todo ello arropado por unas alas angelicales y una mariposa, como símbolo de su renacer en el cielo.
En el acto han tomado parte Vanesa Aguilera, representante en Priego de Matrioskas, la propia autora de la escultura, Laura Prados, vocal de Matrioskas en Córdoba, el párroco de la Asunción, Ángel Cristo Arroyo, y el alcalde de nuestra localidad, Juan Ramón Valdivia que, visiblemente emocionado, fue el encargado de cerrar el sencillo pero emotivo acto.