Recreación virtual del proyecto. (Foto: Cedida.)

El Ayuntamiento de Priego de Córdoba estudiará la viabilidad de cubrir con una gran cúpula de cristal un tramo del Adarve, uno de los miradores más emblemáticos de la localidad, con el objetivo de favorecer el paseo durante todo el año y proteger tanto a vecinos como a visitantes de las inclemencias meteorológicas.

La propuesta figura en un anteproyecto encargado a un estudio de arquitectura especializado en “espacios turísticos climáticamente confortables” y plantea la instalación de una estructura ligera y transparente, apoyada sobre columnas metálicas, que cubriría la zona más concurrida del Adarve, manteniendo las vistas sobre la Subbética.

Según el borrador, la cúpula estaría fabricada con materiales de alta resistencia y contaría con un sistema de ventilación y apertura parcial en los meses de verano, así como con filtros solares para evitar el efecto invernadero. En invierno, se prevé la posibilidad de crear “microclimas” que permitan pasear “al abrigo del sereno” sin renunciar al mirador.

“La idea es que el Adarve deje de ser solo un lugar para días de buen tiempo y se convierta en un paseo utilizable los 365 días del año, también en jornadas de frío intenso, lluvia o calor extremo”, como se recoge en el proyecto de Urbanismo, donde además se subraya el carácter “reversible” de la intervención.

En caso de que se cuenten con todos los permisos, la estructura no afectaría a la traza histórica del espacio y podría desmontarse en el futuro sin dejar huella permanente. “Somos conscientes de la sensibilidad que rodea cualquier actuación en el entorno del Adarve, por lo que se consultará a especialistas en patrimonio y se abrirá un proceso de participación ciudadana”, se apuntaba desde Urbanismo.

 

La posibilidad de “techado” ha generado ya las primeras reacciones entre la población, pese a que el documento técnico aún no ha sido presentado de forma oficial. Algunos vecinos ven con buenos ojos la iniciativa, que consideran “una forma de hacer más amable el paseo diario y de facilitar su uso por personas mayores o con movilidad reducida en días de frío”.

Otros, en cambio, temen que la intervención pueda desvirtuar la imagen tradicional del Adarve. “Lo siguiente será ponerle puertas al mirador”, ironizaba ayer un residente, que reclamaba “menos cúpulas y más arreglar los problemas de toda la vida”.

Desde asociaciones vinculadas al patrimonio se pide prudencia y máxima transparencia. “Cualquier actuación en un espacio tan simbólico debe ser muy estudiada y explicada. No se trata solo de confort, sino de identidad paisajística y memoria colectiva”, señalan.

Por el momento, el Ayuntamiento se ha limitado a confirmar la existencia del anteproyecto y ha anunciado que, una vez reciba el informe de viabilidad técnica y económica, decidirá si da el siguiente paso: la redacción de un proyecto básico y la apertura de un periodo de alegaciones vecinales.