Ntro. Padre Jesús Resucitado. (Foto: R. Cobo) (Foto: Cedida)

Siguiendo la tónica de esta Semana Santa, la meteorología fue nuevamente protagonista del Domingo de Resurrección prieguense, toda vez que provocó que el desfile de la Real y Venerable Hermandad de María Santísima de la Cabeza y Ntro. Padre Jesús Resucitado, sorprendido por una granizada cuando transitaba por la calle Málaga, tuviera que regresar a su sede a toda prisa.

Pocos minutos después de la salida de los titulares de la hermandad, las primeras gotas provocaron que ambas imágenes se cubrieran con unos plásticos, decidiendo los responsables de la misma, pese a encontrarse a escasos metros de su sede canónica, continuar con el desfile, en el que como es tradicional, estaban representadas todas las hermandades y cofradías de nuesra localidad, así como miembros de la Corporación y fuerzas de seguridad. Varios minutos depués y ante la pertinaz lluvia, y luego granizo, la última procesión de la Semana Santa prieguense se suspendía de manera definitiva, viéndose obligados a guarecer a María Santísima de la Cabeza en el arco de entrada de la residencia Geiss’96, mientras que Ntro. Padre Jesús Resucitado se dirigió a su templo por la calle Río, Tucumán y Amargura, mientras descargaba en Priego un fuerte aguacero, acompañado en distintos momentos de granizo.
Una indeseada lluvia que deslució, y de que manera, uno de los estrenos más importantes y a la vez simbólicos que presentaba la Hermandad, que acertadamente ha recuperado los cubos de cristal con los que procesionaban los hermanos de fila en los primeros años después de su fundación, en sustitución de los cirios.
En definitiva y para no variar lo que ha sido la tónica general de los últimos días, el agua volvió a frustrar las ilusiones de esta hermandad que pone fin a los desfile de la Semana Santa de Priego.