Para hacer una valoración justa de los cien días transcurridos desde la toma de posesión del nuevo equipo de gobierno municipal, es preciso referirse a las propuestas-promesas electorales que el Partido Popular presentó a los ciudadanos durante la campaña electoral.
Hemos de reconocer, de entrada, que ésta fue buena, estuvo bien planificada e hicieron un auténtico derroche de ideas, proyectos, objetivos… y consiguieron que una mayoría de los ciudadanos les dieran su apoyo, esperando el cumplimiento de tales promesas.
Naturalmente, una vez pasadas las elecciones, hay que ponerse a trabajar, ha llegado el momento de cumplirlas y al resto de los partidos de la oposición, entre ellos el Partido Andalucista, de exigir su ejecución. Y decimos esto porque, de principio, parece que se quiere transmitir la idea a los ciudadanos de que nada es posible, por culpa de la desastrosa situación económica que nos hemos encontrado. Es cierto, la situación es la que es, pero ya es hora de actuar.
La situación económica del Ayuntamiento la conocíamos todos los grupos municipales, incluido el Partido Popular. Esto no es nada nuevo. Todos sabíamos de las facturas sin pagar, los megaproyectos de difícil financiación, que los cuatro millones del agua no iban a solucionar nada (y el PP lo apoyó con su abstención calculada), la falta de liquidez (en la anterior legislatura ya hubo serios retrasos en pago a proveedores y pago de nóminas). ¿Para qué tanto llorar?
Y a pesar de todo, el PP lanzó, en atronadora artillería, hasta 50 medidas (de otras hablaremos durante el resto de la legislatura) para cumplir en los 100 primeros días; todo un compendio que ni siquiera van a conseguir en los cuatro años de la presente legislatura. Si fuesen bisoños en las lides del gobierno, lo entenderíamos; pero como creemos que no, entendemos que fue, y sigue siendo, una temeridad lo prometido y, consecuentemente, su incumplimiento.
Reconocemos, por otra parte, el cambio de actitud y talante, así como los aciertos. Las soluciones para salir de la situación económica del Ayuntamiento y el estancamiento de la sociedad prieguense, no la compartimos, pero fundamentalmente porque, hasta el momento, poco se ha hecho en estos 100 días (excepto lamentos).
Finalmente, y a modo de curiosidad, sería conveniente que de las 50 medidas para cumplir en los 100 primeros días, se explicase qué se ha hecho, por ejemplo, de: proyecto, financiación y ascensor panorámico del bajo Adarve; los “itinerarios seguros” cerca de los colegios; la solución urbanística de Fuente María, la Cubé y Genilla; el convenio con el museo ABC para exposición de obras de Lozano Sidro; la iluminación de la plaza de toros; la remodelación de la calle Río; la “sala de estudio” pública para estudiantes; el espacio de ocio para Buenavista; los centros cívicos para los barrios donde no existen; el molino del Paseo de Colombia; llevar las “riendas” de la empresa del agua; el centro comercial de los Almendros; el plan de mejora de caminos rurales; los contenedores soterrados, … Es decir, de las promesas incumplidas que se lanzaron en una campaña electoral (y que otros no hicimos por una rigurosa cuestión de responsabilidad y realismo).
El Partido Andalucista siempre ha tendido la mano para colaborar. Y ahí nos mantenemos, lo saben, perfectamente, todos y cada uno de los miembros del equipo de gobierno. Entre otras cosas, porque es el momento de regenerar la confianza perdida en la nefasta legislatura anterior. Pero les decimos que ¡ya es hora de actuar!