Como me lo temía, en Priego nos quedaremos sin toros en Semana Santa. Así de sencillo. ¿Para qué andarse ya por las ramas?.

El caso es que en julio, el día de la presentación de la nueva empresa tras la firma del contrato de arrendamiento de la Plaza de Toros para su gestión, ya pregunté qué era eso de “un festejo” en Semana Santa. Les faltó tiempo a los representantes de la empresa y al propio concejal de Cultura, a la sazón responsable en última instancia de las negociaciones, de que aquello de “un festejo” era que se podría programar, y cito textualmente, “o una  corrida de toros, o una novillada, o un festejo de rejones, o un festival”. La explicación es muy sustanciosa e importantísima ya que si sobre el papel, vamos en el contrato, no se reflejan dichas variables, queda dicho que las dos partes, Ayuntamiento y empresa, aclararon que Priego tendría algún festejo “taurino” en Semana Santa durante la vigencia del contrato, un año a partir de julio de 2012, prorrogable a otros tres.
El caso es que desde Navidad me vienen llegando “macutazos” de un lado y de otro a los que, siempre puestos en cuarentena, no he dado credibilidad hasta que hace unas semanas me puse en contacto primero con el concejal de Cultura del Consistorio prieguense, el señor Forcada, y luego con el representante de Asuntos Taurinos Hispano Franceses para Priego, Andrés Dorado, y ambos me trasladaron lo mismo, que la empresa estaba trabajando para ofrecer en Las Canteras “un festejo”, sin especificar qué tipo, y que la empresa quería potenciar la Feria de Septiembre.
Las dudas, como es lógico, comenzaron a tomar visos de realidad día a día hasta que en la intervención de Andrés Dorado el pasado sábado en las jornadas taurinas de la Peña Curro Jiménez, a un servidor se le despejó el panorama de manera meridiana. La insistencia en “potenciar la Feria de Septiembre” equivale a dejar sin toros la Semana Santa, así de claro y le duela a quién le duela. Es doloroso decir ésto a los aficionados, pero en la vida hay que ser algo más valientes y, nunca mejor dicho, coger al toro por los cuernos. Aunque claro, ante más de un centenar de aficionados, no era correcto soltar semejante bomba, por lo que quedaba más correcto aquello de que “seguimos trabajando…”.
Durante los últimos días, así me lo ha confirmado el concejal de Cultura del Consistorio prieguense, la empresa ha mantenido una reunión para programar el “festejo” que se dará en Priego y que no será en absoluto taurino, sino equino, ya que para el 30 de abril está previsto un espectáculo ecuestre similar al que ya visitó Priego el 28 de febrero del pasado año 2012.
Si tenemos en cuenta que en el contrato se hace alusión a un “festejo” sin especificar nada más, la empresa está cumpliendo a rajatabla su contrato, ya que efectivamente el espectáculo ecuestre es un “festejo” o para ser más estrictos, un “espectáculo”.
Desde mi modesto punto de vista, creo que el gol que le han colado al Ayuntamiento ha sido otra vez de órdago. Ahora nos vendrán con la historia de la crisis, de potenciar la Feria de Septiembre, de que darán toros (ésto es una conjetura personal) en la feria de San Marcos y mil historias para justificar esta ausencia de toros en Semana Santa. Y reitero, la empresa está cumpliendo su contrato.
¿Y la Comisión Taurina, órgano consultivo creado por el Consistorio para este y otro tipo de marronazos?. Pues les puedo asegurar, porque pertenezco a ella, que ni ha sido informada de nada y para más inri, ni creo que se nos informará, habida cuenta de la mamarrachada que se prepara.
Así que aprovecho la ocasión para que en la renovación del contrato, esa cláusula en la que se hace referencia al “festejo” de Semana Santa, sea algo más clara y se especifique qué tipo de festejo, o al menos que se indique si será o no taurino, porque en caso contrario, nos quedaremos con los caballitos años tras año o, ya puestos, con algo aún peor, con todos mis respectos para los aficionados al mundo equino.
En fin, que tanta defensa de la Fiesta, sacando pecho en todos los foros de la afición y tradición taurina de Priego, y de que fue uno de los primeros municipios en solicitar la declaración de los Toros como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y ahora nos meten un golazo de los que se merecen una ola como Dios manda.