Normalizar la situación de La Atarazana y mejorar las condiciones de vida de sus residentes ha sido el objetivo central de la reunión que representantes del Consistorio prieguense y de EPSA mantenían esta mañana en el salón de actos del Centro Municipal de Servicios Sociales con vecinos de esta barriada, conformada por 24 viviendas de titularidad municipal y 52 de la Junta.
En declaraciones a los medios, la Alcaldesa de la localidad, María Luisa Ceballos, hacía referencia a la necesidad de que La Atarazana, “se convierta en un barrio normalizado”, destacando en este sentido la urgente puesta en marcha de una serie de medidas de convivencia básicas, ya que según Ceballos, “se dan una serie de situaciones singulares”.
Por otra parte, la Alcaldesa hacía referencia a lo que definió como “tres cuestiones básicas”, en relación al suministro hídrico, eléctrico y las condiciones de habitabilidad, para lo cual se realizarán una serie de talleres, solicitándose igualmente una tarifa social. Con ello, según Ceballos, “intentar acabar con los enganches ilegales”, indicando que el caso del agua, “se va a intentar paralizar la situación actual, no abonándose el nuevo enganche a cambio de regularizar la situación con una tarifa social”.
Ahondando en esta situación, la Alcaldesa hizo referencia al “peligro e inseguridad” que suponen las “conexiones ilegales de electricidad”, para lo cual se mediará con la empresa suministradora con la intención que se aplique la tarifa social.
Por su parte Francisco Javier Altamirano, gerente en Córdoba de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA), destacó el esfuerzo y trabajo realizado tanto por los trabajadores de los Servicios Sociales del Consistorio prieguense como de la propia EPSA, “para reconducir situaciones que habían derivado en casos de marginalidad extrema”, destacando en este sentido Altamirano la necesidad de reconducir determinadas normas de convivencia, a través de talleres y programas de inserción.
En este sentido, el gerente de EPSA en la provincia hacía referencia a la existencia en estas viviendas de animales tales como perros o gallos, o la presencia de garrapatas y distintos insectos, que suponen casos irregulares de ocupación, añadiendo que con el trabajo coordinado de las distintas administraciones, “creemos que conseguiremos, como así lo hemos hecho en otras barriadas de la provincia, que los resultados sean muy gratificantes a corto plazo”.
Una de las actuaciones que, en este sentido, se llevarán a cabo de manera inmediata, será la celebración de unos talleres, impartidos por el Consistorio prieguense, ya que como indicaba la presidenta del Área de Bienestar Social, María del Carmen Pacheco, “es muy importante que los vecinos sepan comportarse en aspectos de su vida cotidiana”.
Según adelantaba Pacheco, en estos talleres se consensuarán unas normas de convivencia, que serán firmadas por todos los vecinos y que serán de obligado cumplimiento, advirtiendo que en el caso de que no sean cumplidas, “pueden tener penalizaciones desde las prestaciones que desde Servicios Sociales se les están dando”.
Por último, Pacheco recordó que como ya se hiciera en el anterior ejercicio, se ha vuelto a pedir para esta barriada una subvención como Zona de Transformación Social, ya denegada el pasado año, apuntando que el Consistorio financia con recursos propios un taller basado en el programa Rumbo a Clase, destinado a evitar el absentismo escolar.