La decisión de designar a la patrona de La Línea de la Concepción como “alcaldesa para siempre”   desvela el nulo valor del acto de contrición por haber sido uno de los principales adalides de la Iglesia católica en la última década, cosa tan singular que difícilmente puede ser superada por el Gobierno del PP, más allá de un quítame Educación para la ciudadanía del curriculum o colócame a la religión como evaluable para la nota media. 

La mala conciencia del PSOE por haber dotado a los representantes en España de curia pontificia de la mejor y mayor financiación de la historia, al menos de la democracia española (tendría tarea que superase a la de los tiempos de Franco) intentó salvarse en la reciente Conferencia Política haciendo una relación de lo que iba a hacer, o, mejor dicho, de lo que iba a dejar de hacer sobre lo que ya había hecho durante sus distintas etapas en el Gobierno, especialmente la de José Luis Rodríguez Zapatero. Para que no hubiese lugar a dudas de que el PSOE se había caído del caballo y había descubierto que en su ideología el laicismo es tan intrínseco como su también relegado republicanismo (interesante la reflexión de Félix Población en este mismo espacio de Periodistas en español), no dudó en mandar mensajes previos a la Conferencia  Política sobre lo que iba a ser el proyecto renovador que iba a reconducir la deriva aprogramática  que padecía y que tiene a España sin alternativa política la oposición la está hacienda la sociedad: más participación, más democracia, más diversidad y laicismo.
Atrás quedaban los trece millones de euros que la Iglesia católica española recibe cada mes de las arcas públicas en un país que discute cien euros a sus estudiantes universitarios para las becas Erasmus o el tiempo que alguien que no tiene más culpa que no encontrar trabajo debe recibir poco más de cuatrocientos euros para poder subsistir. Del más de todo, pasó a posicionarse, también antes de la Conferencia Política,  “entre el anticlericalismo y el laicismo ponderado”.  Ahí es nada. Todo el mundo tranquilo, que lo del laicismo aparece hasta en el resumen de lo destacado de las conclusiones de la Conferencia Política en la web del PSOE, aunque sea la de los socialistas de Oviedo, que debieron creérselo: “El PSOE denunciará los acuerdos con el Vaticano, la Iglesia Católica pagará el IBI de todas aquellas propiedades que no sean de exclusivo uso para culto (por tanto, las iglesias quedarían excluidas del pago de este impuesto, igual que lo están las instituciones culturales sin ánimo de lucro)”.
En estas estábamos cuando la realidad vuelve a poner las cosas en su sitio. Como si La Línea de la Concepción no tuviese otra cosa que hacer, con un conflicto internacional por las relaciones con Gibraltar que le afecta a diario, a la alcaldesa socialista, Gemma Araujo, le faltó ponerse la mantilla, como si fuese Cospedal en el Corpus, y no dudó en dejar en agua de borrajas los deseos laicistas de su partido.
La edición digital de Europa Sur recoge en la noticia mariana esta perla:

“La alcaldesa también recordó que la Virgen de la Inmaculada siempre ha respaldado espiritualmente a la población linense. “Hay que recordar que en la sesión de constitución del municipio se acordó darle el nombre de la patrona, y fue La Línea de la Concepción. “Es un día muy linense y de mucha historia“.

No es de extrañar que la sociedad siga yendo por delante de los partidos políticos, en este caso de los socialistas, y se movilice en lo que defiende por lo que piensa. Para muestra, dos botones, que me afectan directamente en mis actuales responsabilidades públicas.
El profesor de la Universidad de Sevilla Víctor Javier Vázquez cree que no hay necesidad de dar la misa por la televisión, junto a otras interesantes reflexiones que ha hecho en andaluces.es. La organización Andalucía Laica ha denunciado el confesionalismo de Canal Sur por tener programas de contenido estrictamente religioso y por firmar un acuerdo con una universidad católica, en este caso a través de la Fundación Audiovisual de Andalucía, en plena arremetida contra la enseñanza y la universidad públicas, añado yo.
Comparto ambos argumentos y lo que se hace en esta línea lo es sin mi voto en Canal Sur.  Hay a quien se le llena la boca de laicismo y critica las esperpénticas manifestaciones de la ministra de Empleo sobre la virgen del Rocío,  pero calla cuando el viva se le da a la Inmaculada Concepción por una mujer que ha pasado por dos delegaciones provinciales de la Junta de Andalucía en Cádiz antes de llegar a la Alcaldía de la Línea de la Concepción de la mano de un pacto del PSOE con el Partido Andalucista e Izquierda Unida.
Una cosa es meterse con la Iglesia en abstracto y otra dar la cara delante de los obispos y los curas a la hora de defender lo que se dice que se piensa, que hace mucho frío fuera de la oficialidad de la realidad orgánica, que la demagogia y la incoherencia la aguanta sobre el papel mojado.